Hong Kong, una historia de amor.
Estuve en Asia por un mes y medio haciendo un curso en Singapur. De todo lo que pude ver Hong Kong fue lo que mas me impactó. Me parece que es una transición suave y hermosa a este continente maravilloso. Asia es simplemente maravilloso. Te abre la mente, te enseña que hay otra forma de ver las cosas, simplemente te cambia la perspectiva de ver este mundo loco en el que vivimos. Te da esa sensación inexplicable de asombro, de satisfacción, te pone una sonrisa en la cara y no te la quita por el resto de la aventura. Es simplemente alucinante. Yo soy fiel creyente de que hay que visitar Asia por lo menos una vez en la vida. No digo que no haya que dejar de ir a Europa, que al fin y al cabo es indiscutiblemente es la cuna de la civilización occidental, pero si que quizás si puedes viajar todos los años, ¿Por qué no salir y hacer algo diferente al menos una vez? Estuve en Asia por un mes y medio haciendo un curso en Singapur. De todo lo que pude ver Hong Kong fue lo que mas me impactó. Me parece que es una transición suave y hermosa a este continente maravilloso. Hong Kong es una ciudad global, un blend de culturas hermoso, abrazando el caos de la calle cantonesa, tendiendo también muchos elementos occidentales que la hacen muy agradable y fácil de manejar. Moverse es súper fácil ya que cuenta con un lindo sistema integrado de transporte. La octopus card (una especie de Sube), se puede comprar en el aeropuerto o cualquier estación de subte y sirve para andar subte, bus, ferry, etc. Todo esta súper claro y en Ingles. Ah y como buen dato si te queda saldo a favor al final del viaje, lo puedes recuperar en cualquier centro de atención, incluso en el aeropuerto. Es poder sumergirte en la locura de Kawloon, digamos que la zona más “oriental”. Puedes perderte en sus calles, regatear en sus innumerables comercios (hay un mercado que vende miles de boludeces para comprar y una calle donde solo se venden zapatillas), sin entender nada, pero ambiguamente sintiéndose en un escenario natural. Si te cansas del caos, camina hacia “Flower road”, una calle llena de florerías. La cantidad y variedad de plantas y flores te va sorprender. Bajando por Nathan road hacia el Harbour, se encuentra Tsim Sha Tsui, una zona más comercial con muchos shoppings de mayor rango, tiendas y restaurantes. Es notablemente más ordenado que Kawloon centro y agradable para caminar y hacer algunas compras si eso es lo tuyo. En tema de precios Hong Kong es usualmente caro, pero como en todo lugar se pueden conseguir buenas ofertas buscando. Dense una vuelta por Kawloon Park. Un bonito parque y centro recreativo en plana metrópolis. Una buena parada para respirar en medio de un día loco. Otra parada imperdible en la zona es el Hong Kong Museum of History, un museo que explica detallada y didácticamente la historia de Hong Kong, desde su formación geológica e historia biológica, hasta su historia Política, social y cultural, lógicamente haciendo mucho énfasis en el periodo de ocupación Británica y en como Hong Kong logra convertirse en el Hub comercial y financiero que sigue siendo hoy en día. Por ultimo nada mejor que terminar el día en el Promenade, con vista a Hong Kong Island. Es una zona bastante turística donde se encuentra el museo de ciencias y el museo de Arte Moderno (actualmente cerrado por renovación). Esta lindo para caminar y ver el atardecer junto a uno de los skylines más impresionantes que he visto en mi vida. Si bien todos los días a las 8pm se realiza el Light Show, un juego de luces organizado por la ciudad junto a varias empresas que iluminan sus edificios en la noche, suele estar muy congestionado por lo que no se alcanza a ver bien. Mejor plan es subirse al “Star Ferry” (sistema de Ferry instalado por los Britanicos en los 1800’s para conectar Kawloon de Hong Kong Island, que sigue funcionando) y ver el juego de luces mientras cruzas a la isla. Hong Kong también es caminar por las calles de Central uno de los «hubs» financieros y comerciales más importantes del mundo, ver ejecutivos de todos los tipos y colores hablando el mismo idioma, discutiendo temas de relevancia mundial, quizás ese ya es mi propio tema, pero todo escenario global, que muestre cómo todos estamos cerca y somos parte de lo mismo me fascina. Esa es una de las razones por las que amo viajar, sentirse parte del mundo, darse cuenta que todos somos parte de la misma cosa. Imperdible es subir a “The Peak”, el punto más alto de Hong Kong donde se tienen probablemente las mejores vistas a la ciudad. Como dato, en esa zona se instalaron los británicos al llegar a Hong Kong por esa misma razón, similarmente, la base y subida de la montaña sigue siendo una zona muy residencial, donde viven muchos expatriados y locales afluentes. Para subir al mirador hay un tranvía que cuesta 45 dólares Hongkoneses (algo asi como 5 y pico dólares americanos) y se puede pagar con la octopus card. También se puede subir caminando, pero no hagan como quien escribe, porque casi muero en el intento. Volviendo al tema, Hong Kong es una ciudad tranquila, natural, uno pasea por sus calles y se siente parte de ella, te invita a caminarla, descubrirla, es hermoso. Creo yo que puede ser un lindo comienzo a salir a lo nuevo y visitar Asia. Espero que les haya gustado este post y disculpen si más de una vez me he ido por las ramas, pero es difícil de explicar la fascinación que sentí en esa visita, algo que quise tratar de transmitir. Por @Josetvller