![](https://quizviajero.com/blog/wp-content/uploads/2024/06/d1236228-fbc3-475a-981a-049b6f49ad5d-400x180.jpg)
Así fue el viaje grupal a Budapest, Viena y Praga
Recién regresado del viaje grupal a Budapest, Viena y Praga quiero escribir esta bitácora con la memoria fresca de lo que fue un viaje increíble que los 27 integrantes del grupo no podremos olvidar. ESTRUCTURA DEL VIAJE Para empezar quiero describir la forma en que me gusta organizar los viajes grupales junto al excelente servicio que nos brinda Divercity Travel y que en mi opinión los diferencia de otros viajes de este tipo que se suelen ofrecer: 1- NO CORRER: estoy en contra del modelo «13 países en 14 días». Me gusta organizar viajes a pocos lugares teniendo tiempo para conocerlos en profundidad, dar tiempo libre al grupo y hacer escapadas a lugares hermosos y no tan frecuentados por turistas. 2- HOTELES BUENOS Y CÉNTRICOS: elegimos siempre hoteles 4 estrellas o 4 estrellas superior y en lo más céntricos posibles para poder salir caminando en los momentos libres. La ubicación céntrica se puede dar a veces, dependiendo del lugar a dónde vayamos ya que hay ciudades o pueblos que no tienen hoteles con muchas habitaciones para albergar grupos o a veces sus precios encarecerían todo el viaje. 3- GUÍAS EN ESPAÑOL DE PRIMERA CALIDAD: hay guías y guías, por suerte Divercity Travel tiene una red de guías en español en toda Europa de primerísima calidad. La calidad del guía es fundamental para el resultado de este tipo de viajes. Los guías en español no abundan y los guías excelentes son un bien escaso. Es fundamental tener esa red y reservarlos con mucha anticipación para que estén disponibles en las fechas que visitaremos los lugares. Los guías en este viaje fueron maravillosos. 4- GÚIA ACOMPAÑANTE: además de los guías locales, en este caso viajamos con un guía acompañante que se ocupa de que todo salga bien durante el viaje y ayuda mucho a los integrantes del grupo resolviendo dudas para los momentos libres. En este viaje el guía acompañante fue Gabriel Fernandes. Un lujo de guía organizador y de persona. No podría haber sido mejor. 5- ESCAPADA A LAS AFUERAS Y DÍA LIBRE: en cada una de las 3 ciudades tuvimos un día entero libre y un día dedicado a salir de la ciudad y hacer una excursión a las afueras lo que da un valor agregado de conocer más allá de la ciudad en sí. FORMATO DEL VIAJE En lo concreto el viaje tuvo este formato: 5 días en Budapest con un día de escapada a pueblitos al norte del Danubio. 4 días en Viena con el día de llegada en el cual paramos para conocer Bratislava y un día de escapada al Valle de Wachau. 5 días en Praga con el día de llegada parando en Cecky Krumlov y un día de escapada a Karlovy Vary. BITÁCORA DE VIAJE BUDAPEST: Si mal no recuerdo, ninguno de los 27 integrantes del grupo conocía la ciudad y todos quedamos sorprendidos y encantados de su belleza. Budapest es una ciudad viva, que transmite tener alma. Por supuesto llena de historia como toda Europa, pero no sorprendió su belleza arquitectónica, lo bien cuidada que está, la enormidad de edificios arquitectónicamente preciosos y lo limpia que la mantienen. Además, el Río Danubio, gran protagonista de este viaje, le da un condimento adicional que embellece todo. Hotel: nos alojamos en el K+K Opera cuya ubicación, a 20 metros de la Ópera de Budapest, era inmejorable y permitía llegar caminando a cualquier punto de la ciudad. Además el hotel muy cómodo, con habitaciones super amplias y excelente desayuno. Sin dudas es un hotel que recomiendo para quienes piensen visitar la ciudad. Guía local: Alexandra. Húngara pura cepa con excelente nivel de Español. Todos la amamos y al irnos hacia Viena queríamos que viniera con nosotros, cosa que obviamente no se podía. Día 1: Llegamos cansados de un larguísimo viaje desde Buenos Aires y otros puntos del planeta y salimos ya cayendo la tarde a hacer un reconocimiento de la zona del hotel y cambiar dinero por moneda local. Tuvimos una hermosa primera impresión del barrio dónde nos alojábamos (una zona muy comercial y llena de edificios emblemáticos) y también aprendimos algo que nos serviría para todo el viaje: llevar siempre «chubasquero» (nombre interno que le pusimos al paraguas o pilotos impermeables) ya que de pronto apareció una nube negra y cayó una tormenta de no más de 15 minutos que empapó a más de uno. Al regresar al hotel teníamos cena incluida y a dormir que estábamos cansados del largo viaje. Día 2: Nos subimos por la mañana al micro para ir hasta las colinas de Buda y la zona del Castillo. Para quienes no saben, Budapest está divida por el Río Danubio, de un lado (donde nos alojamos) se llama Pest, y del otro se llama Buda. En Buda tuvimos las primeras panorámicas impactantes de la ciudad y de su famoso parlamento. Además el paseo por el castillo se hace recorriendo hermosas callecitas y edificios con vistas al rió y la zona de Pest. Este paseo fue la primera gran impresión del viaje y de la maravillosa ciudad. Luego tuvimos unas horas libres para volvernos a encontrar en la tarde desde el hotel para recorrer caminando el Barrio Judío que se encuentra a solo 3 cuadras del hotel y es una zona muy linda, más allá de su historia, ya que está repleta de bares, cavernas, discos y tiene muchísima vida nocturna. El recorrido terminó en la gran sinagoga (2da más grande del mundo luego de la de Nueva York) y a las 6 de la tarde quedamos libres. Como en esta época del año (fines de mayo) oscurece recién a las 21:30, muchos salimos a caminar y recorrer distintos lugares de la ciudad por nuestra cuenta. En mi caso crucé a Buda nuevamente junto al gran Mario, tremendo compañero de grupo, a ver la puesta de sol sobre el imponente parlamento. Día 3: Partimos temprano desde el hotel siguiendo a nuestra querida guía Alexandra por una caminata dentro de Pest. Esta caminata guiada