Autor: @maitifinkelberg

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Del Llao Llao y el tiempo en Twitter

En camino a hacer uso de mi premio de dos noches de estadía en el mítico Llao Llao de San Carlos de Bariloche, tuve mucho tiempo para pensar en escribir algo interesante ( 1550 km separan mi casa del Hotel!) Y me pregunté mil veces: que podré decir del Llao Llao que no hayan dicho antes? Tantos blogs, cuentas, viajeros, opiniones, programas de televisión… A la expectativa por disfrutarlo se sumaba esta, la de encontrar algo que decir que no hayan dicho. Y recorriendo todos los paisajes inimaginables que tiene nuestro maravilloso país (aunque atravesar Neuquén y La Pampa en un mismo día puede resultar una experiencia para olvidar de lo aburrida) pensaba en cuál era la razón por la que yo estaba viajando a disfrutar de esta maravillosa estadia: ser la triunfal ganadora de un concurso generado por el Quiz Viajero en Twitter. Y recordé la forma y el momento en que me lo gané. Si uno supone que gana aquel que puede resultar “influencer”, olvídense. En el momento de ganar, creo que tenía -5 seguidores y todavía estaba aprendiendo a usar esta Comunidad, viniendo de la Familia Facebook. Tratando de equivocarme lo menos posible (lo sigo haciendo), arrobando a montones de cuentas que no tienen nada que ver, olvidándome de arrobar a los implicados. En eso estaba cuando empecé a seguir a @quiz-viajero y a engancharme con sus seguidores. Y un día participe. Y unos días después, me encuentré con que era la ganadora. Habian pasado como 6 horas del sorteo y yo no reclamaba mi premio, ante el clamor de la multitud para que lo sorteasen nuevamente! Y aun ganadora, no podía creer que fuera verdad. Mandé a unos amigos en Bs As a buscar el Certificado del Premio y si, era verdad! E hice la reserva. Y seguía siendo verdad. Y allí empezaron 5 largos meses de recibir casi a diario un Tweet de la CM del Hotel, con unas fotos increíbles, contándome lo que me esperaba y generando una expectativa en mí, única.     Una vez allí, que puedo decirles que no hayan dicho ya. Si bien he tenido la suerte de viajar desde pequeña con mi familia y con mi novio ahora, nunca había estado alojada en un Hotel 5 estrellas, más que en los Resorts de Playa del Carmen o Punta Cana. Todos los detalles del Llao Llao son perfectos. Todo está pensado. Todas las vistas (hasta la del baño) son increíbles. La climatización es justa. Los empleados, extremadamente atentos. Los salones, los pasillos, las alfombras, las camas, el desayuno, el Winter Garden y sus míticos tes, la vajilla de porcelana y plata,  el bar del Lobby, los jardines, la piscina exterior, con 5 grados de temperatura exterior una vista de las montañas que te deja sin aliento ( y con la cabeza congelada…)     Recibí en mi habitación un regalo de la CM del Hotel, Nora Espector, dándonos la bienvenida con una exquisita torta y un calendario con fotos del Hotel. Lo más sorprendente y original que tiene para mí, el Hotel, es esa mezcla de lujo y rusticidad, que no vi nunca en ningún lugar del mundo. Un lujo que no te agobia, sino que te invita a disfrutar. Después del primer amanecer, me dio mucha lastima dejar el hotel para ir a Puerto Blest pero es un paseo que recomiendo 100%. Maravilloso caminar por la selva Valdiviana, a solo 12 km de la frontera con Chile. La subida de 700 escalones hasta el Lago Los Cantaros y su cascada es increible. El día anterior, habíamos subido a pie al Cerro Campanario y ya en el Bar en la cima, encontré la respuesta a la pregunta que me hice durante todo el viaje. Detrás de la barra, rezaba un cartelito escrito a mano en una hoja de cuaderno que decía: NO TENEMOS WIFI. TENEMOS PAISAJE. Y ahí entendí. El secreto parece ser encontrar el equilibrio entre el tiempo en que miramos la pantalla del móvil como para ganarnos semejante premio y el tiempo que le asignamos a lo que nos rodea.   Gracias QuizViajero por el premio. Gracias Hotel Llao Llao por el recibimiento. Inolvidable. Por @maitifinkelberg  

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