Recién regresado del viaje grupal a Budapest, Viena y Praga quiero escribir esta bitácora con la memoria fresca de lo que fue un viaje increíble que los 27 integrantes del grupo no podremos olvidar.
NUEVA SALIDA GRUPAL A BUDAPEST – VIENA – PRAGA MAYO DE 2025. VER INFORMACIÓN
ESTRUCTURA DEL VIAJE
Para empezar quiero describir la forma en que me gusta organizar los viajes grupales junto al excelente servicio que nos brinda Divercity Travel y que en mi opinión los diferencia de otros viajes de este tipo que se suelen ofrecer:
1- NO CORRER: estoy en contra del modelo «13 países en 14 días». Me gusta organizar viajes a pocos lugares teniendo tiempo para conocerlos en profundidad, dar tiempo libre al grupo y hacer escapadas a lugares hermosos y no tan frecuentados por turistas.
2- HOTELES BUENOS Y CÉNTRICOS: elegimos siempre hoteles 4 estrellas o 4 estrellas superior y en lo más céntricos posibles para poder salir caminando en los momentos libres. La ubicación céntrica se puede dar a veces, dependiendo del lugar a dónde vayamos ya que hay ciudades o pueblos que no tienen hoteles con muchas habitaciones para albergar grupos o a veces sus precios encarecerían todo el viaje.
3- GUÍAS EN ESPAÑOL DE PRIMERA CALIDAD: hay guías y guías, por suerte Divercity Travel tiene una red de guías en español en toda Europa de primerísima calidad. La calidad del guía es fundamental para el resultado de este tipo de viajes. Los guías en español no abundan y los guías excelentes son un bien escaso. Es fundamental tener esa red y reservarlos con mucha anticipación para que estén disponibles en las fechas que visitaremos los lugares. Los guías en este viaje fueron maravillosos.
4- GÚIA ACOMPAÑANTE: además de los guías locales, en este caso viajamos con un guía acompañante que se ocupa de que todo salga bien durante el viaje y ayuda mucho a los integrantes del grupo resolviendo dudas para los momentos libres. En este viaje el guía acompañante fue Gabriel Fernandes. Un lujo de guía organizador y de persona. No podría haber sido mejor.
5- ESCAPADA A LAS AFUERAS Y DÍA LIBRE: en cada una de las 3 ciudades tuvimos un día entero libre y un día dedicado a salir de la ciudad y hacer una excursión a las afueras lo que da un valor agregado de conocer más allá de la ciudad en sí.
FORMATO DEL VIAJE
En lo concreto el viaje tuvo este formato:
5 días en Budapest con un día de escapada a pueblitos al norte del Danubio.
4 días en Viena con el día de llegada en el cual paramos para conocer Bratislava y un día de escapada al Valle de Wachau.
5 días en Praga con el día de llegada parando en Cecky Krumlov y un día de escapada a Karlovy Vary.
BITÁCORA DE VIAJE
BUDAPEST: Si mal no recuerdo, ninguno de los 27 integrantes del grupo conocía la ciudad y todos quedamos sorprendidos y encantados de su belleza. Budapest es una ciudad viva, que transmite tener alma. Por supuesto llena de historia como toda Europa, pero no sorprendió su belleza arquitectónica, lo bien cuidada que está, la enormidad de edificios arquitectónicamente preciosos y lo limpia que la mantienen. Además, el Río Danubio, gran protagonista de este viaje, le da un condimento adicional que embellece todo.
Hotel: nos alojamos en el K+K Opera cuya ubicación, a 20 metros de la Ópera de Budapest, era inmejorable y permitía llegar caminando a cualquier punto de la ciudad. Además el hotel muy cómodo, con habitaciones super amplias y excelente desayuno. Sin dudas es un hotel que recomiendo para quienes piensen visitar la ciudad.
Guía local: Alexandra. Húngara pura cepa con excelente nivel de Español. Todos la amamos y al irnos hacia Viena queríamos que viniera con nosotros, cosa que obviamente no se podía.
Día 1:
Llegamos cansados de un larguísimo viaje desde Buenos Aires y otros puntos del planeta y salimos ya cayendo la tarde a hacer un reconocimiento de la zona del hotel y cambiar dinero por moneda local. Tuvimos una hermosa primera impresión del barrio dónde nos alojábamos (una zona muy comercial y llena de edificios emblemáticos) y también aprendimos algo que nos serviría para todo el viaje: llevar siempre «chubasquero» (nombre interno que le pusimos al paraguas o pilotos impermeables) ya que de pronto apareció una nube negra y cayó una tormenta de no más de 15 minutos que empapó a más de uno.
Al regresar al hotel teníamos cena incluida y a dormir que estábamos cansados del largo viaje.
Día 2:
Nos subimos por la mañana al micro para ir hasta las colinas de Buda y la zona del Castillo. Para quienes no saben, Budapest está divida por el Río Danubio, de un lado (donde nos alojamos) se llama Pest, y del otro se llama Buda. En Buda tuvimos las primeras panorámicas impactantes de la ciudad y de su famoso parlamento. Además el paseo por el castillo se hace recorriendo hermosas callecitas y edificios con vistas al rió y la zona de Pest. Este paseo fue la primera gran impresión del viaje y de la maravillosa ciudad.
Luego tuvimos unas horas libres para volvernos a encontrar en la tarde desde el hotel para recorrer caminando el Barrio Judío que se encuentra a solo 3 cuadras del hotel y es una zona muy linda, más allá de su historia, ya que está repleta de bares, cavernas, discos y tiene muchísima vida nocturna. El recorrido terminó en la gran sinagoga (2da más grande del mundo luego de la de Nueva York) y a las 6 de la tarde quedamos libres. Como en esta época del año (fines de mayo) oscurece recién a las 21:30, muchos salimos a caminar y recorrer distintos lugares de la ciudad por nuestra cuenta. En mi caso crucé a Buda nuevamente junto al gran Mario, tremendo compañero de grupo, a ver la puesta de sol sobre el imponente parlamento.
Día 3:
Partimos temprano desde el hotel siguiendo a nuestra querida guía Alexandra por una caminata dentro de Pest. Esta caminata guiada no se ofrece en los tours convencionales, es un invento y producción de Divercity Travel que es espectacular. La caminata recorre los lugares más importantes de la ciudad y es un paseo por la historia de Hungría y prácticamente de gran parte de Europa. La calidad de los contenidos que nos ofrecía Alexandra fue un agregado espectacular del viaje. Volvimos todos mucho más sabios. El recorrido termina en el Parlamento pero sin ingresar. Varios lo hicimos al día siguiente por nuestra cuenta.
La tarde fue libre y la dedicamos a caminar, tomar café y caminar más. A esa altura ya estábamos enamorados de la ciudad y ya sabíamos llegar solos a cualquier lado.
Por la noche nos volvimos a juntar para subir al micro e ir a las afueras (media hora en bus) a una especie de casona en medio de un bosque dentro de un predio de caza donde tuvimos una cena típica al estilo Imperio Austro-Húngaro. Incluyo músicos, danza y baile. Fue un viaje en el tiempo.
Pero más allá de lo pintoresco del lugar y la cena, lo más importante de esa noche sucedió en el micro. Fue el momento donde un grupo de 27 desconocidos nos convertimos en compañeros de viaje y probablemente muchos nuevos amigos por mucho tiempo. Es difícil describir cómo comenzaron las risas, hubo una palabra mágica que las dispararon pero claramente estaba dada la energía. Lo cierto es que empezamos reír a carcajadas al punto de descostillarnos de la risa. Y eso que comenzó en ese trayecto nocturno por las colinas y bosques Húngaros, no pararía hasta el último día del viaje. El micro se convirtió en un lugar especial para todos los que participamos de este viaje.
Día 4:
Día libre. Considero muy importantes los días libres en estos viajes grupales. Permiten descansar para quienes lo necesiten, comprar para quienes quieran, caminar como locos para quienes les guste caminar, ir a museos que no están incluidos, hacer vida en solitario o acompañado. Dan libertad y regeneran energías.
De todos modos en la mañana, más de la mitad del grupo fuimos a la visita guiada por el interior del Parlamento y luego sí nos separamos en sub-grupos donde cada uno hizo su propio plan.
Día 5:
Partimos en micro hacia el norte siguiendo la huella del Danubio para visitar primero Visegrad, un castillo sobre una colina donde el Danubio hace un giro de 90 grados y se obtienen hermosas vistas, luego seguimos rumbo al bonito pueblo de Szentendre a orillas del río donde almorzamos y paseamos relajados. Por la tarde regresamos en barco para tener la entrada triunfal a Budapest desde el río justo en la hora mágica.
Con esas vistas nos despedimos de la ciudad que ya nos tenía enamorados y a la cual prometimos volver. También de la gran Alexandra a quien aún extrañamos.
Día 6:
Los días de traslado entre ciudades serían los días largos del viaje y en este caso sería aún más largo porque camino entre Budapest y Viena se encuentra Bratislava la cual entramos unas horas para conocer. Pero por suerte era domingo y no había transito en las salidos e ingresos a las ciudades. Las distancias son muy cortas pero a veces lo que puede hacer un viaje largo es el tránsito para salir o entrar de una gran ciudad. El tránsito es un mal mundial, pero por suerte ese domingo no fue problema.
Bratislava es una ciudad pequeña y pintoresca. Su centro histórico es muy lindo, y como su frontera está a apenas un par de kilómetros con Austria, tiene una historia interesante de la época de la Cortina de Hierro ya que hacia allí iba muchísima gente que quería escapar a occidente. Es decir, tiene una historia con similitudes a lo que sucedió en Berlín en la época del muro.
Muchos me preguntan si vale la pena pasar por Bratislava. A mi me gustó, siento que valió la pena: ¿Cuándo más voy a ir a Eslovaquia? El propio guía que tuvimos por un par de horas, un Eslovaco muy simpático que hacía tremendos esfuerzos por hablar en español, nos decía que la gran mayoría de los turistas va solo de paso entre Viena y Budapest, es decir, que nadie se queda a dormir allí. Pero él lo veía como algo positivo, sabiendo que si no estuviera a mitad de camino probablemente el turismo directamente no existiría.
En conclusión a mi me gustó haber pasado y llevarme ese recuerdo. Tal vez un día de semana con mucho tránsito habría llegado a otra conclusión.
En la tardecita llegamos a Viena, al hotel más lindo de los 3 en que estuvimos pero también el más alejado del centro (unas 15 cuadras de la zona más céntrica de Viena).
El hotel se llama Linder Am Belvedere By Hyatt. Habitaciones espectaculares y desayuno maravilloso. Está ubicado pegado al Palacio Belvedere, uno de los puntos más importantes de Viena. Lo único malo es que para ir a la zona más céntrica hay que caminar y tomarse el tranvía que pasa por la puerta del hotel. Pero estar más cerca del centro puede resultar en precios muy superiores. Si le preguntan al grupo la mayoría dirá que este fue el mejor hotel del viaje y eso que los otros eran excelentes.
Habiendo dejado las valijas y un rato de descanso en el hotel, nos subimos al micro para hacer la primera excursión por Viena a la que llamamos de «reconocimiento».
Fue muy llamativo para mi que mientras íbamos con el micro y pasamos por la Ópera de Viena todos al mismo tiempo hicimos «WOWWW», y luego pasamos frente a otros edificio y volvimos a hacer WOWWW y así unas 2 o 3 veces más. Viena es realmente impresionante y en lo particular fue mi sorpresa del viaje.
Día 7:
En Viena nuestro guía local se llamaba Pablo y era Uruguayo viviendo en Austria hace más de 20 años. Su acento era indescifrable por lo cual hicimos un juego en el que había que adivinar dónde había nacido y por supuesto, nadie acertó. Pablo fue otro excelente guía con conocimientos infinitos sobre historia y Austria en particular. Y claramente un fanático de la obra de Gustav Klimt. Justamente de eso trataba la mañana del día 7. Recorrer el palacio de Belvedere y disfrutar de sus obras y recorrer la historia a través de ella.
Estar parados frente «El Beso» de Klimt fue el momento culmine de esa mañana. Esa obra que adorna tantas paredes de las casas del mundo entero es absolutamente maravillosa en persona. También lo es comprender el contexto en que fue creada.
La tarde de este día sería libre y a la tardecita nos reuniríamos para ir a cenar a un lugar alucinante.
Durante la tarde caminé hacia el centro de Viena para recorrer los parques de la ciudad. Viena es una ciudad verde, Austria es un país completamente verde. No solo por la importancia que le dan a las energías limpias (en la ruta entre Bratislava y Viena vimos, sin exagerar, miles y miles de molinos que generan energía eólica), también porque los campos son increíblemente verdes, ni hablar los Alpes y por supuesto también las ciudades. Los parques y jardines de Viena son al estilo inglés, por lo bien cuidados que están, las flores que embellecen todo y por la costumbre de la gente de salir a hacer picnic a cualquier hora mientras el clima lo permita. Por supuesto jamás verán un papel en el piso.
Viena es una ciudad perfecta. Es impecable, todo es hermoso. Todo es grandilocuente, majestuoso. Tal vez esa sea la crítica que se le hace, obviamente ya quisiéramos tener esa clase de problemas: Viena es demasiado perfecta. Y eso sí: a las 10 de la noche se apaga. No queda nadie ni nada.
A eso de las 7pm nos encontramos en el hotel para ir a la cena en micro. A esa altura del viaje el micro ya era una especie de «descontrol». Todo causaba risa, todo era motivo de chistes y humoradas. El grupo ya parecía un grupo de amigos de toda la vida. Cruzamos la ciudad hasta llegar a una callecita hermosa con unas casitas impecables que tienen la estética que uno imagina de Austria.
Ingresamos al lugar y Gabriel, nuestro querido guía acompañante nos sugirió que saliéramos a la parte exterior y siguiéramos las escaleras.
Le hicimos caso y nos llevamos una sorpresa. Siguiendo la escalera llegamos a un viñedo y atrás las montañas.
Es decir, del lado de adelante del restaurante era ciudad, y el patio trasero eran viñedos, montañas y el fin de la ciudad. Era el lugar perfecto. Fue otra noche de comidas típicas, música en vivo y muchas risas ayudadas por el alcohol.
El clima era de mucha felicidad.
Día 8:
El día 8 nos íbamos de excursión al Valle de Wachau en las afueras de Viena. Un lugar declarado Patrimonio de la Humanidad en el cual se encuentra la impresionante Abadía de Melk. Le tenía altísimas expectativas a este día. Iba a ser el día de mejores paisajes en un viaje dedicado a las ciudades y no a los paisajes.
La lluvia nos jugó una mala pasada. Comenzó a llover camino a la Abadía (un poco más de una hora de distancia en bus) pero pudimos disfrutarla igual porque los interiores son impresionantes y no tienen goteras.
Lo que no pudimos es disfrutar del pueblito de Melk ya que la lluvia era torrencial y solo nos dio para refugiarnos a almorzar en un lugar muy lindo. Luego tomamos un barco que navegó río abajo durante poco más de una hora también bajo la lluvia aunque por momentos se detenía. Los valientes igual fuimos arriba para disfrutar el impresionante paisaje del valle. Es un valle rodeado de pequeñas montañas con las laderas llenas de viñedos y cada tanto un pueblito típico de Austria con sus castillitos y fachas de cuentos. Sin dudas con un día soleado hubiera sido una maravilla.
El barco nos dejó en el pueblo de Dürnstein y el destino nos jugó una buena pasada porque al bajar del barco dejó de llover, justo en ese pueblo maravilloso. Dürnstein es todo lo que se puede imaginar de pueblo de cuento de hadas.
Disfrutamos muchísimo este día a pesar de la lluvia y sin dudas recomiendo hacer esta escapada si andan por Viena. Todo es una maravilla.
En Dürnstein además sucedió algo increíble que tiene que ver con la magia de las redes sociales. Varios integrantes del grupo se cruzaron con un Argentino viviendo allí a quien saludaron, intercambiaron e incluso se tomaron fotos. Yo estaba a metros pero no lo vi. Lo cierto es que minutos después, ya en el micro volviendo a Viena, subo un video a tuiter y me entero que este argentino era un seguidor. Lamenté mucho no haberlo saludado pero me quedé con la satisfacción de saber que estamos unidos en la comunidad de QuizViajero en todos los rincones del mundo.
Día 9:
Día libre en Viena. En este día nuevamente distintos grupos de personas fueron para diferentes lugares. Algunos al museo de Freud, otros al Palacio de Schonbrunn, otros al museo de Albertina (al cual me arrepiento de no haber ido porque había varias pinturas impresionistas) y otros a caminar y perderse por ahí. Yo fui en la mañana con varios del grupo nuevamente a los parques y en especial al Rosedal que es una cosa maravillosa. Me compré un «hot dog» con papas y me lo comí en la plaza y fui muy feliz. También fui a la impresionante biblioteca. Ese día caminé hasta que se me rompieron los pies. Era la despedida de la maravillosa Viena. Se venía Praga con paso previo por Cesky Krumlov, uno los pueblos que toda mi vida quise conocer.
Día 10:
Partimos temprano en la mañana para enfilar directo a Cesky Krumlov camino a Praga. Cesky es de esos pueblitos que suelen salir en los rankings de «pueblitos más lindos del mundo». Como amo los pueblitos siempre quise conocer Cesky así que mis expectativas eran altísimas y tenía mucho miedo de que fueran defraudadas. Pero…NO!!!
Los que están leyendo me gustaría que le preguntaran a los integrantes del grupo qué les pareció Cesky y verán que a todos nos deslumbró. Cesky es una mini Praga. Es un cuento. El el pueblo perfecto. Solo voy a decir que si andan por la zona VAYAN SI O SI.
Seguimos viaje hasta llegar a Praga como a las 7pm. Nos alojamos en el hotel Majestic Plaza. Diría que el más flojo de los 3 pero muy bien ubicado y digo flojo no porque fuera malo sino porque los otros dos eran más lindos. Este es un poco más antiguo y el desayuno no tan bueno como los otros.
Luego de dejar las cosas hicimos, guiados por Gabriel, la ya típica caminata de «reconocimiento de zona». Es que si llegás a Praga querés ir corriendo a ver la famosísima plaza del reloj astronómico.
Praga era el único lugar que ya conocía de este viaje y la tenía como la ciudad más linda del mundo pero había estado hacía 12 años. En el medio conocí muchísimas ciudades más. ¿Me seguiría pasando lo mismo?
Día 11:
En Praga tendríamos 2 guías: Radek e Igor. Ambos locales, ambos con perfecto español. Radek fue amor a primera vista, Igor fue amor a segunda vista.
La mañana del primer día completo en Praga fue una caminata por el centro histórico de la ciudad de la mano de Radek y evitando, mientras se pudo, las masas de turistas. Entrar a Praga 1 significa meterse en un túnel del tiempo. Es todo tan perfecto que hasta hace dudar si no es una escenografía de Disney. Para quienes vana. Praga por primera vez debe ser una gran impresión entrar por esas callecitas. No hay ciudad en el mundo con un centro histórico tan lindo y tan bien conservado. No hay edificio que no sea hermoso, no hay metro cuadrado que no sea una postal. La caminata terminó en el famoso Reloj Astronómico justo para la hora en que el reloj hace su «show» de cambio de hora. Eso sí, el espectáculo de apenas unos segundos se comparte con miles de turistas que se juntan allí cada hora para ver la situación.
Luego tuvimos un tiempo libre para almorzar. Yo divisé un rooftop frente al reloj y allí me mandé.
Por la tarde tuvimos visita con Igor al Barrio Judío incluyendo el ingreso a 3 sinagogas y el famoso cementerio. Fue al mismo tiempo que se largó el diluvio. Igor fue amor a segunda vista porque en esa primera vista (o visita) no le importaba nada, nos estábamos mojando y él empecinado en contarnos la historia como si estuviéramos a pleno sol. Su pasión, humor y entrega lo empezaríamos a valorar más adelante, con el correr de los días.
La visita guiada al Barrio Judío es probable que no la incluya en el próximo viaje. No porque no sea interesante sino porque tal vez es interesante solo para algunos y porque tranquilamente se puede realizar sin guía.
Al finalizar la visita volvimos caminando al hotel, cansados y mojados, pero contentos de estar en la ciudad más linda del mundo.
Día 12:
La mañana comenzó con la visita del otro lado del Río Moldova en el Castillo de Praga, el castillo más grande del mundo. Tiene más de 1km de largo. Amaneció con plena lluvia. Luego bajamos por el Callejón de Oro hasta Malastrana, en mi opinión, la zona más linda de Praga y eso es mucho decir ya que Praga es la ciudad más linda del mundo. Caminamos bajo la lluvia por calles de ensueño hasta la otra punta del Puente de Carlos donde Radek nos «abandonó» y cada quien hizo la suya. La mayoría cruzó el puente para volver a la zona donde habíamos estado el día anterior. Yo me quede deambulando por Malastrana, metiéndome por calles sin turistas, completamente enamorado de esta ciudad.
Pero a las 17:30 debíamos encontrarnos nuevamente en la puerta del hotel para una excursión con Radek por la Praga «nueva» que en principio sonaba rara y estaba descripta así:
«La Nove Mesto (o ciudad nueva) corresponde principalmente a comienzos del siglo XX, momento en que el jugendstil (“estilo joven”) imprimió su aire moderno a cafés, palacios, ayuntamiento y otros espacios urbanos. Pero también la Praga modernista y cubista del periodo de entreguerras, cuando la ciudad fue una de las capitales culturales del continente.».
Luego de esta excursión algunos del grupo dijeron «esta caminata sola ya pagó todo el viaje». Y si bien es exagerado, creo que todos quedamos fascinados por esta faceta de Praga que no forma parte de los circuitos turísticos, a tal punto que toda la caminata ocurrió por los alrededores del hotel por lugares que pasábamos todos los días y seguíamos de largo sin prestar atención. Fue uno de los grandes valores agregados de este viaje y una especie de «Disney» para arquitectos o amantes de la arquitectura.
Es una caminata que armó hacé 10 años Hernán, el dueño de Divercity Travel y que no encontrarán en ningún otro lugar. Nos fuimos a dormir muy felices.
Día 13
Día libre en Praga. Fue mi día más solitario del viaje y el día que más caminé. Mi caminata tuvo 4 highlights que los voy a describir, los dos primeros gracias al tuitero Nico Richiazzi que me los recomendó:
1- Naplavka: es un paseo a orillas del río donde hicieron una especie de bares y restaurantes con las construcciones antiguas de las murallas que protegen el agua. El día no estaba lindo pero el lugar me pareció muy lindo. Imagino un día soleado se llena de gente.
2- Vysehrad: este lugar es uno de los más importantes a nivel histórico de Praga pero como está alejado de la mayoría de las atracciones no es tan visitado. Vale la pena por las vistas y el cementerio.
3- Luego crucé el río por el puente ferroviario para volver a mi zona favorita y en el camino me crucé con un bar/restaurante que fue una belleza fantástica en el cual me senté a almorzar. Se llama Bella Vida café y se los recomendaré a todos los que vayan alguna vez a Praga.
4- Por último la joya oculta, uno de los lugares más lindos que jamás conocí: los Jardines de Vrtba.
Finalmente volví caminando al hotel atravesando toda la ciudad con las piernas totalmente rotas pero el corazón muy contento.
Día 14:
Último día de este maravilloso viaje. Nos juntamos en la mañana para subir al micro a ir hasta Karlovy Vary. Karlovy Vary es un pueblo cerca de la frontera con Alemania muy famoso por sus aguas termales. Nuestro plan no era ir a hacer spa sino a conocer la ciudad que es muy linda y tal vez beber de sus aguas curativas.
¿Vale la pena ir a Karlovy Vary? Tuve la duda toda mi vida. A mi me gustó mucho e hice una encuesta en el grupo de whatsapp de los integrantes del viaje para preguntarles si valió la pena o hubiese sido mejor quedarse en Praga y ganó el «valió la pena» con el 100% de los votos. Es decir, valió la pena. La ciudad es muy linda, el entorno es muy lindo y además el regreso en micro a Praga para compartir la última noche del viaje fue divertido y emotivo.
Como les contaba, el micro se convirtió en el espacio de unión del grupo, donde estábamos juntos, podíamos escucharnos, divertirnos, hacer juegos e incluso payasadas. El micro fue un símbolo de este viaje y este sería el último trayecto.
Hubieron risas, hubieron juegos con premios, hubieron cánticos de cumpleaños, hubieron regalos para todos, hubo música y palabras emotivas. Fue un broche de oro para una experiencia que no olvidaremos.
Más allá de que en la noche cenaríamos juntos en un lugar maravilloso.
A la mañana siguiente parte del grupo partimos al aeropuerto para regresar a Argentina, otros para seguir recorriendo Europa por su cuenta, otros se fueron en tren a distintos lugares previos abrazos, despedidas y la promesa de que nos volveremos a encontrar a recordar tan lindos momentos vividos.
Fue un viaje hermoso, espectacular. Por los lugares, por los guías, por Gabriel, por las personas que lo compartimos.
Infinitas gracias a cada uno de los que formaron parte y también a queines nos acompañaron desde las redes sociales disfrutando de alguna manera con nosotros.
PRÓXIMOS VIAJES GRUPALES
1- El año que viene voy a repetir exactamente el mismo viaje en casi las mismas fechas (del 20 de mayo al 3 de junio). La diferencia es que yo no formaré parte del grupo, sí estará Gabriel y seguramente los mismos guías.
NUEVA SALIDA GRUPAL A BUDAPEST – VIENA – PRAGA MAYO DE 2025. VER INFORMACIÓN
Si estás interesado en recibir más información enviame un mail a [email protected] con el ´titulo: MÁS INFORMACIÓN DE PRAGA y te la enviaré cuando tenga todo cerrado.
2- También para mayo de 2025 estoy organizando un viaje grupal que incluye los siguientes puntos:
MUNICH – SALZBURGO – HALSTATT – INNSBRUCK (visita por el día al Castillo Nueschweistein atravesando una de las partes más lindas de los Alpes) – Bolzano (Tirol Italiano con visita a las Dolomitas) – Lago di Garda (con un día en Verona) – Cierra triunfal en Bologna (más allá de lo hermosa que es Bologna en ningún lugar del mundo se come más rico).
Si estás interesado en recibir más información enviame un mail a [email protected] con el ´titulo: MÁS INFORMACIÓN DE ALPES y te la enviaré cuando tenga todo cerrado.
Al finalizar este viaje probablemente me vaya unos días a Praga para compartir con el otro grupo los días finales del viaje.
QUIZVIAJERO VIAJES GRUPALES
Además de estos viajes por Europa, organizo otros viajes grupales por Argentina y el mundo con distinta temática que pueden verlos y seguirlos por mi web de Viajes Grupales: https://quizviajero.com/blog/viajesgrupales/
DESCUENTO EN VIAJES DE DIVERCITY TRAVEL
Divercity Trvael es la empresa que contrato para realizar mis viajes por Europa y ahora también por Argentina, pero ellos realizan además unos 15 viajes grupales por Europa cada año para todos los gustos y con el formato de este viaje que acabo de contar. La calidad del viaje está garantizada.
Tengo un descuento del 5% para todos los que quieran hacer alguno de sus viajes mencionando que vienen de parte de QuizViajero.
Acá pueden ver todos los viajes de Divercity Travel: https://divercitytravel.com/viajes/
NEWSLETTER
Por último los invito sumarse a mi newsletter semanal donde además de contar noticias, hacer recomendaciones viajeras y poner un poco de humor, se van a enterar antes que nadie de los viajes que organizo y tendrán prioridad para inscribirse en ellos.
Pueden suscribirse a mi Newsletter en este link: https://quizviajero.substack.com/
DESCUENTOS PARA VIAJEROS
Y por último les dejo descuentos para viajeros en:
Seguros de viaje con Assist365: en este link ya tendrán los descuentos aplicados: assist-365.com/ar/?voucher=QUIZ123
Chip o eSIM de datos para celular con HolaSim usando el código de descuento QUIZ123 tendrán 10% de descuento en este link: holasim.com
Alquiler de auto en cualquier parte del mundo con Bookingcars usando el código de descuento QUIZ123 tendrán 5% de descuento en este link: https://bookingcars.com/ar
Muchas gracias por todo y hasta el próximo viaje!
Sergio Quiz
2 respuestas
Hola Quiz!
Excelente descripción del recorrido.
Lo hice el año pasado, aunque no fui a todos los lugares que mencionaste.
Felicitaciones!!!
Quiero más datos sobre más información de Praga servicios,que cantidad de comidas incluidas y el valor del viaje desde ya muchas gracias