
Bariloche con amor: guía personal de hoteles, casas de té y restaurantes
Bariloche no es solo una ciudad: es un refugio emocional. Un destino que, para muchos viajeros, significa desconexión, belleza natural y pequeños grandes placeres. En mi caso, es el lugar que más amo de Argentina y probablemente uno de los que más amo del mundo. Después de muchos viajes a esta región —y muchas consultas que me hicieron sobre dónde dormir, dónde comer o qué experiencias valen la pena— decidí armar esta guía personal, basada en lo que viví y disfruté. No esperes un ranking turístico genérico: esta es una lista construida desde el cariño. 🏨 Dónde dormir en Bariloche: hoteles que me hicieron feliz 1. Llao Llao Un ícono argentino. Mucho más que un hotel, es casi un destino en sí mismo. Su predio, rodeado de lagos, bosques y montañas, tiene una de las vistas más espectaculares que vi en el mundo. Sin embargo, no todo es perfecto: si no vas a las habitaciones del Ala Moreno (más caras), las estándar pueden resultar chicas, algo antiguas y ruidosas. El desayuno y el lobby, eso sí, son memorables. 2. Águila Mora Un apart hotel cerca del kilómetro 4 de Bustillo, con buena relación precio-calidad. Ideal para ir en familia, con cocina propia pero también restaurante. Un hotel cómodo, lindo, con detalles cuidados y un entorno tranquilo. 3. Aldebarán Una joya boutique escondida en la Península de San Pedro. Con solo 9 habitaciones, es un lugar íntimo, cálido y personalizado. Ideal para parejas o estadías tranquilas. Sentís que estás en tu casa, en medio de un paisaje soñado. Y su restaurante, como te cuento más abajo, merece capítulo aparte. 🍰 Casas de té con vistas y encanto Bariloche es, también, el lugar ideal para perderse en una buena casa de té. Estas son mis favoritas: Palia-Co Ubicada en la península de San Pedro, es un placer tanto por su pastelería como por sus jardines. En primavera, florecen decenas de especies que bajan hasta el lago. Imperdible reservar con anticipación. Chiado Frente al Cerro Campanario, con vajilla de porcelana, terraza y vista al lago. Clásica, encantadora y muy barilochense. Origen Enya En el kilómetro 14 de Bustillo. La te reconocerás por una tetera gigante en la entrada. El interior es tal vez el más acogedor de todas las casas de té que visité, y el exterior tiene vistas espectaculares. Bellevue Un clásico del Circuito Chico. Desde su terraza se tiene una de las mejores vistas de Bariloche. Altamente demandada: hay que reservar con tiempo. Antumalal Un descubrimiento personal. Forma parte de un predio de la Fuerza Aérea, tiene vistas increíbles y precios más bajos que los lugares “de moda”. También funciona como restaurante. 🍽 Dónde comer bien (y con paisaje) No soy de buscar lo más gourmet ni lo más nuevo. Me gusta repetir lo que me hace bien. Estas son mis 5 elecciones seguras: Berlina KM 12 Patio trasero glorioso, cerveza artesanal, ambiente relajado. Ritual obligatorio cada vez que aterrizo en Bariloche. Bechamel Restaurante del golf del Llao Llao, menos conocido pero hermosísimo. Se puede ir también a tomar el té. Y no tan caro como uno imagina. Restaurante del hotel Aldebarán Una joya gastronómica íntima. Probé varios platos durante mi estadía y todos fueron excelentes. Ideal para parejas. Cervecería Patagonia No puedo opinar del restaurante, pero el lugar en sí vale la visita. Vistas increíbles y onda por todos lados. Punto Panorámico La comida no es lo mejor del mundo, pero es el típico lugar que vale por la vista que te deja sin palabras. 💬 Cierre: Bariloche es más que un destino Lo que amo de Bariloche no se mide en atracciones ni en mapas. Es esa zona mágica que empieza en el km 0 de Bustillo y se extiende hacia el lago, los cerros, las casas de té, los hoteles con historia y los rituales personales que uno se arma cada vez que vuelve. Ojalá esta guía te sirva. Y si estás pensando en ir, o ya estuviste y querés sumar recomendaciones, te leo en los comentarios 👇