Navidad Imperial 2014 – Parte 1
Claramente el viaje anterior que había hecho con mis viejos había calado hondo en mí. Un bichito me había picado uno q me decía que viajar en esas fechas “prohibidas” en la que los parientes te juzgan porque preferís hacer “un viajecito” a verlos para las fiestas era posible. Mi amor por la excesiva planificación me llevo a ponerme a soñar viajes y analizar cómo podía maximizar mis días de vacaciones (la c*gada de ser un triste asalariado) me llevo a definir las fechas, me iría un mes, desde el 28 de Noviembre al 28 de Diciembre festejando navidad fuera del país. Pasaron los meses de calor la gente que se iba de vacaciones volvía y yo, con la fecha fija aun no decidía el destino… me puse a filtrar mentalmente que dado q me iba en navidad, lo ideal, sería pasarla en un país de raíces cristianas para disfrutar del acontecimiento. En ese instante quedó descartado Asia dejando al Viejo Continente como un faro que brillaba en el planisferio. Ya en abril con muchas opciones barajadas me cruce con 2 cosas, por un lado una mega promoción de Turkish y por otro lado el sitio www.seat61.com, el mejor web site para viajar en tren por Europa, en la que comentaban que era posible ir en tren desde Londres a Estambul en tan solo 4 días… Los planetas comenzaban a alinearse… Llegó julio y la gente ya estaba aburrida de escuchar las diferentes variantes que analizaba para el viaje hasta que mi mejor amigo, temporalmente exiliado en Venezuela me dijo… “Me puedo sumar?” al instante me encantó la idea de sumar gente al viaje y aunque parezca raro el famoso “lo dice uno lo dicen todos nunca fue tan vigente”, a la semana eran 7 los interesados en sumarse a mi viaje fuera cual fuera. Obviamente siempre aparecen los “se me complica” “no me dan los días” y terminamos siendo un número lógico de 4 personas. Teniendo total libertad por parte de mis compañeros de viaje me decidí a pulir toda la planificación, hacer las guías de cada lugar a visitar con pequeños recortes de Lonely Planet, Wikipedia y Foros. Los días fueron pasando y las hojas se fueron apilando… ya para fines de septiembre estábamos listos, el itinerario estaba cerrado sería un poco de Turquía para luego volar a Colonia y volver por tierra hasta la ex Constantinopla. Estambul Llegó el gran día, nos juntamos en Ezeiza cada uno proveniente de su trabajo listos para embarcarnos a la aventura (?). Las 16 horas de vuelo se hicieron llevaderas, se comió bien, el entretenimiento a bordo fue bueno y variado, la distancia entre asientos era buena peeeeeeeeeeero peeeeeeeeeero en el tramo Buenos Aires – Sao Paulo SE OLVIDARON DE PRENDER EL AIREA ACONDICIONADO!!! Lo q transpire esas 3 hs no tuvo nombre!!! Llegamos a Estambul por la noche, nos quedamos por la zona del “Cuerno Dorado”, cansados como estábamos decidimos salir igual a caminar (y a comer algo). A pocas cuadras del hotel estaba el Hipódromo, la Mezquita Azul y Santa Sofia. Que hermosos lugares por favor. Fue sorprendente ver tantos minaretes y espacios abiertos. Paseamos, sacamos fotos y luego nos fuimos a comer a un lugar donde nos ofrecieron comer “Testi Kebab”, un plato típico de Turquía en el que se cocina carne, cebolla, berenjena, ajíes y especias en una vasija de barro cerrada, una vez concluida la cocción se procede a romper el recipiente y servir, DELICIOSO la verdad, algo digno de ser probado. Luego de comer demasiado =) decidimos ir a acariciar las almohadas… estábamos muertos. Creo que fue una ciudad de sorpresas, si bien esperaba encontrarme con grandes Mezquitas y edificios monumentales, hubo varias cosas que me llamaron la atención. La ciudad tiene varias avenidas muy anchas con mucho tránsito, de esas q se te plantea la duda: “y acá como cruzo?” y por otro lado callejuelas serpenteantes que suben y bajan por la topografía del lugar, calles muy al estilo napolitano en las que si estas caminando y pasa un auto sería muy recomendable que te pegues a la pared. La limpieza de la ciudad y la hospitalidad de la gente fueron las otras cosas que me llamaron la atención, era difícil encontrar papeles en el piso, y había constantemente barcos limpiando cuanto residuo encontraran y la gente que te cruzabas en el tranvía o en la calle te daban charla, se interesaban por uno, por saber q necesitábamos y si podían ayudarnos… la verdad grata sorpresa. Dentro de la región del Cuerno de Oro les puedo recomendar que visiten la Mezquita Azul, templo que lleva su nombre por las tejas azules, por dentro es un lugar amplio, con una decoración abstracta simple y a su vez avasallante. Santa Sofia, Iglesia cristiana que supo ser mezquita y hoy día es un museo, se paga una entrada pero creo q vale cada centavo. La Cisterna de la Basílica, la cisterna más grande de la ciudad, un lugar bajo tierra que tiene 150 x 70 m (aprox) llena de columnas que servía como reservorio de agua en la época de Constantinopla, en la base de una de las columnas hay una cabeza de Medusa, la cual pusieron boca abajo a fin de anular sus poderes (?) y evitar que los visitantes se conviertan en piedra. El Palacio Topkapi, morada del Sultán de todo el imperio otomano, tiene una estructura diferente a todos los palacios q conocí, con muchas partes abiertas, grandes salas, un edificio exclusivo para el harem y una vista de la parte norte de la ciudad INCREIBLE. El Parque Gulhane, que supo ser parte del jardín del Palacio, hoy en día funciona como parque público, se inicia detrás de Santa Sofia y desemboca frente al mar. Por ultimo no debe dejar de visitarse el Gran Bazar, un conjunto de calles y avenidas techadas y cerradas al tránsito que desde el 1500 ocupan algo así como 45.000 m2 y tiene más de 4.000 locales (Unicenter