Todos tenemos un Tokio

Recientemente se armó mucha polémica por un post en #BloggeroQV de @llenadepreguntas donde cuenta que en su reciente viaje a Tokio, luego de 30hs de viaje, lo que más deseaba era volverse a su casa. Es decir, se desilusionó. Pueden leer su post aquí.

Y la polémica se armó porque Japón es un destino de moda y del cual la mayoría de los viajeros vuelve fascinado, incluso a niveles desmedidos con comentarios del estilo «mi vida tiene un antes y un después de conocer Japón». Por lo tanto @llenadepreguntas recibió varias críticas, todas respetuosas, pero también su actitud fue valiente y aparecieron otras personas a contar que se desilusionaron con ciudades con París, Nueva York, Praga o Londres.

En toda esta discusión, un usuario de Twitter dijo esto:

Y le pedí permiso para usar su frase «Todos tenemos nuestro Tokio» para escribir este post. Porque seguramente sea cierto.

Cuál es mi «Tokio»?

No recuerdo haber tenido un viaje en el cual lo que más deseara sea volverme a casa pero sí un lugar que me desilusionó bastante, en parte porque fui con las expectativas muy altas, y ese lugar es La Costa Azul de Francia, especialmente Mónaco.

Mi visita a la Costa Azul fue en el año 2015 y era el último punto de un viaje que venía siendo maravilloso:

Primero París una semana, luego 4 días en Suiza recorriendo el Lago Leman, luego un paso fugaz para la maravillosa ciudad de Annecy en Francia, luego 4 días en la increíble región de La Provence en Francia y por último 4 días en la famosísima Costa Azul al sur de Francia haciendo base en Niza.

Creo que toda mi estadía en la Costa Azul resultó inversa a mis expectativas, salvo por el pueblo de Eze que esperaba que sea maravilloso y lo fue.

De Niza no esperaba nada y me gustó más de lo que imaginaba. De Mónaco me esperaba el paraíso y no me gustó nada. De Cannes esperaba algo lindo y encontré algo feo. De Sanit Tropéz esperaba un lugar en decadencia y encontré un pueblito hermoso y lleno de vida.

Pero lejos, lo más decepcionante de la Costa Azul me pareció la costa. Sin paisajes que me resultaran maravillosos (a excepción de EZE), con playas de piedras que no se pueden ni pisar, y con una arquitectura extraña que no llegaba a ser histórica y pero tampoco «chic» (a excepción de algunos lugares de Niza).No hay texto alternativo automático disponible.

Insisto en algo: no es que me quería volver a casa, pero desde la Costa Azul volvía a mi casa y no me molestó volver a mi casa.

Pero pienso que no encuentro ejemplos tan extremos en mis viajes como le sucedió a @llenadepreguntas, porque soy de averiguar mucho antes de elegir un lugar, de asegurarme que el destino me va a encantar. Para eso tengo mis métodos.

Aunque todo puede cambiar en el próximo viaje en que iré a California y le tengo cierto miedo.

Pregunta para ustedes: cuál es su «Tokio» ?

 

19 comentarios

  1. Ámsterdam! Después de la magia de Londres, la ciudad no tenía nada para ofrecerme. Contaba los días para irme. Igual, volvería. Así de mucho me gusta viajar.

    1. muy bueno tu «igual volvería». Es casi extremo. habiendo tantos lugares por conocer me sería difícil volver a lugares que no me gustaron tanto. Igual volvería jejej

    2. Me pasó lo mismo con Amsterdam después de estar en Brujas. Salí de un libro de cuentos para entrar al caos (Día del Rey). Cuando la ciudad volvió a su ritmo habitual y pude empezar a disfrutarla, seguí viaje. Ahora quiero volver 🙁

      1. Por más que amo Amsterdam creo que te entiendo. Es caótica y tantos turistas y bicicletas que cuesta apreciar su belleza. Pero de pronto te atrapa. Es poco racional

  2. San Fracisco. cuando llegue la primera vez me llevo varios dias ver lo lindo. pero desde el vamos me parecio espantoso.

      1. No creo, pero obviamente siempre depende de lo que cada uno busque o espere. SFO me pareció una ciudad encantadora, super amigable para recorrerla. Podés armar circuitos con mucha facilidad. Fui dos veces y no me arrepiento. Ojalá la disfrutes!

  3. Paris ! Muy Bs As me sentía en argentina , más seguro y con avenidas más anchas pero no tenía la sensacion de estar en una capital europea no encontré algo distinto como para volver.

  4. Me paso con roma y sobre todo con Milán, creo que la clave está en la expectativa con la q llegas, y algo que no puedo dejar pasar…..tokio me fascinó!!

    1. Exacto Diego. A Milán fui sabiendo que no me gustaría, estuve un día y la pasé genial.
      Abrazo

  5. Cancun, estaba viajando por México y luego continuaría por Centroamérica, era una parada obligada para ir a Chichen Itza pero también me daba curiosidad conocer ese lugar que tanta gente elogia. Pero al momento de conocerlo fue una gran desilusión, un lugar lleno de grandes hoteles de donde la gente no sale nunca, con un acceso casi nulo a la playa, y muy poca cultura del país que es una de las cosas mas interesante cuando viajo.

  6. Que loco, empecé a leer y no terminaba de decidirme cual era mi Tokio, pensé en Viena, pero sé perfectamente que no fue la ciudad en sí (que tiene lugares muy hermosos) sino que me agarró cansado (y un poco bajón) despues de recorrer montones de lugares (demasiados) en poco tiempo. La segunda que pensé fue justamente la costa azul con esas piedras y el agua helada en Junio y un viaje en scooter a Mónaco bastante decepcionante. Se ve que tenemos algunas cosas en común, no por nada éramos tan amigos en la primaria 🙂

    1. jajajaja iba a decir «hola tocayo» sin imaginar quién eras. No conozco Viena, hay muchos que dicen eso mismo que decís, a otros les encanta.
      Que gusto verte por acá después de tanto tiempo y que gusto saber que también sos un gran viajero.

      Abrazo grande y nos hablamos cuando quieras!

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