El ciclo #EntrevistasQV en el que he propuesto entrevistar sobre viajes a distintas personalidades de la cultura, el periodismo, el deporte, la industria de los viajes e incluso la política, me va llevando por lugares impensados. Conocer a Noah Mamet, hasta hace muy poco el embajador de Estados Unidos en Argentina, es uno de ellos. Todo surgió en la cuenta de Twitter de @quiz_viajero cuando estábamos hablando, como tantas veces, de algún destino en Norteamérica y algún usuario sugirió preguntarle a Noah. Ese tuit fue el disparador para que se me ocurriese entrevistarlo. La misión parecía difícil: una persona importante, muy ocupada, de otro país y amigo personal del Presidente Obama ¿Cómo hacer para que me responda? Hice lo de siempre: pedir ayuda a la comunidad de QuizViajero y ellos hicieron lo de siempre: ayudarme. Al día siguiente tenía un mensaje del mismo Noah diciéndome que con gusto aceptaba la entrevista. Me volví a sentir agradecido por formar parte de la comunidad de viajeros más linda del mundo y me sentí honrado por el mensaje de Noah Mamet. A partir de allí fue solo cuestión de coordinar con alguien que tiene una agenda muy apretada. Finalmente concertamos un encuentro en sus oficinas del Barrio de Retiro, en Buenos Aires. Noah decidió quedarse a vivir en Argentina y ese era uno de los motivos que más me llamaba la atención y despertaba en mí mucho interés en conocerlo y entrevistarlo. Reconozco que es la primera entrevista de este ciclo en la cual me puse un poco nervioso antes de concretarla, tal vez porque sería en inglés, que no es mi fuerte, tal vez porque nunca había ante un diplomático de tanta trascendencia o tal vez porque temía que algo saliera mal o que Noah no se sintiera cómodo. Pero desde el momento en que ingresamos a su oficina los miedos se disiparon gracias a la calidez que transmite desde su sonrisa hasta el apretón de manos con que saluda y sus cálidas palabras de bienvenida. A partir de ahí surgió una muy interesante charla sobre viajes, sobre Argentina, Buenos Aires, Estados Unidos, Michelle y Barack Obama y varios otros temas que me dejaron con las ganas de seguir, ya sin micrófono de por medio y acompañado de un rico asado que sé que le gustan mucho. Agradezco infinitamente a Miquela Doeren por su cordialidad, calidez y asistencia previa y durante la entrevista y a Caterina Colombo por acompañarme y ayudarme con la traducción de las preguntas y la transcripción de esta charla. Espero que la disfruten: QV: Ante todo muchas gracias por aceptar esta entrevista, muchas gracias a los dos, a ti Miquela por la ayuda en los intercambios y en la organización. Más allá de que el trabajo lo exige ¿Te gusta viajar? ¿Te considerás un viajero? NM: Me encanta viajar, he viajado mucho alrededor del mundo, especialmente por Europa. Hace poco estuve en Singapur, no sé si han estado alguna vez. Es muy impresionante, en apenas una generación pasaron de ser un país del tercer mundo a tener, creo, el PIB per cápita más alto del mundo. Entonces, fui a aprender sobre su sistema, pero también a promover la Argentina, ya que allá hay una gran cantidad de inversionistas de todo del Sudeste asiático. De modo que fui a Singapur con material relativo a Buenos Aires para mostrar oportunidades de inversión. Pero sí, he viajado mucho. Sólo me tomé dos vacaciones durante mi mandato como embajador y ambas fueron en la Argentina. Dos veces fui con amigos a hacer viajes en moto en los Siete Lagos. En un viaje empezamos en el Llao Llao, seguimos hasta San Martín de los Andes y dimos toda la vuelta. En el segundo viaje, empezamos en San Martín de los Andes y pasamos por Villa la Angostura y Lanín. Fue increíble. También he estado en las Cataratas del Iguazú, varias veces en Mendoza –me encanta Mendoza–, he caminado en los glaciares del Calafate, visité Cafallate, en Salta. Así que sí, he viajado mucho por la Argentina. Creo que una de las cosas más impresionantes de este país es la cantidad de cosas maravillas que hay para ver y hacer. QV: Tengo entendido que naciste en Manhatan Beach, Los Angeles ¿Sos un amante de la playa? ¿Qué recuerdos tenés de aquella época en que la playa de California era parte de tu paisaje cotidiano? NM: Me encanta la playa. Tal vez por eso decidí vivir en Puerto Madero, cerca del agua. Me soprendió que Buenos Aires no tiene playas. Sé que muchas personas van a Punta del Este en las vacaciones y lo entiendo perfectamente. Yo crecí jugando beach volley. De hecho, mi colegio era famoso por producir los mejores jugadores de volleyball, tanto indoors como de playa. En unos Juegos Olímpicos llegamos a tener más de 10 jugadores. QV: ¿Karch Kiraly era de su colegio? NM: No, pero estudió en UCLA, mi alma mater, y había muchos jugadores tan buenos como él. Pero sí, me crié al lado de la playa y Manhattan Beach es un lindo lugar para crecer. QV: Pasaste gran parte de tu vida viviendo en California ¿Cómo fue el impacto al llegar a Buenos Aires, una ciudad gigante que está sobre un río pero que le da la espalda? NM: Nunca había visto una ciudad como Buenos Aires que le de la espalda al río, pero Argentina es un país único. De todas formas, hay tantas cosas para hacer que no hay problema. Además vuelvo seguido a California, de hecho, viajo para allá la semana que viene. QV: ¿Pudiste ver a Buenos Aires con ojos de turista? NM: Apenas llegué me puse a trabajar enseguida, pero ha venido tanta gente a visitarme que con ellos he ido muchísimas veces al Teatro Colón, al mercado de San Telmo. Creo que he ido a más de 80 shows de tango. También he ido a partidos de polo, a la Boca, a la librería El Ateneo. QV: ¿Qué destacás de la ciudad