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Locos por las compras en París Parte II: Centros Comerciales

Esta vez me voy a detener a contarles un poco acerca de los centros comerciales que conozco. Dejo aparte uno que queda en las afueras a más de una hora en metro y tranvía desde el centro. También dejo de lado mencionar a las famosas Grandes Tiendas de París (Lafayette y bon Marché) que seguramente ya estarán incluidas en los itinerarios de la mayoría.   Repito lo dicho en la Parte I: no soy especialista en compras ni pienso hacer un aporte exhaustivo, simplemente comparto mis experiencias por si les pueden servir para disfrutar mejor del viaje. Mi opinión personal es que no vale para nada la pena internarse horas en un centro comercial en ninguna parte del mundo, si eso implica sacrificar tiempo y dinero que puedo utilizar para recorrer y conocer. Sin embargo, una pasadita por alguno de estos “antros” como para despuntar un poco el vicio, tampoco viene mal. Puede servir para hacer una parada para comer algo, calentarnos o refrescarnos (si el clima viene duro en algún sentido) o ir al baño. Y de paso obvio, aprovechar para comprar algo. En caso de interesar creo conveniente consultar antes de ir la web del shopping para conocer el horario (ojo que cierran temprano) y los locales que podremos encontrar. De ese modo creo que se puede ser más concreto y aprovechar mejor el tiempo. También me parece aconsejable tener en cuenta las atracciones turísticas cercanas para coordinar los recorridos.   Sin más preámbulo paso a contarles :   LE CARROUSEL DU LOUVRE www.carrouseldulouvre.com Ubicado debajo del Arco del Carrousel a pocos metros del Louvre, su ingreso puede pasar algo desapercibido. (https://quizviajero.com/blog/la-recta-de-los-arcos-tres-son-los-famosos-arcos-de-paris/).  La estación de metro Palais Royal-Musée du Louvre permite un acceso directo a través de la salida Carrousel du Louvre. Este  pequeño centro comercial se comunica de forma subterránea con el Museo del Louvre por lo que su arquitectura tiene una particular impronta. Una pirámide invertida le proporciona luz natural. Su horario de apertura es de 10 a 20 hs todos los días, salvo los martes en los que el  horario es de 11 a 19 hs. Entre sus servicios ofrece Wifi, Amazon Lockers, Cambio y  DETAXE (1).  Un paseo por este lugar puede servir para descansar un rato, aprovechar para comer algo e ir al baño. (2) Con negocios apuntados principalmente a la compra de regalos y accesorios, se puede destacar entre todos ellos a: Apple Store, Bose (audio- famosa por sus auriculares), Caudalie (marca francesa de dermocosmética), Fossil, Fragonard (históricos perfumistas responsables del Museo del Perfume – en su local de L´Opéra), Kusmi Tea y  L´Occitaine.   FORUM DES HALLES – LA CANOPÉE www.forumdeshalles.com Este centro comercial se encuentra ubicado en el 1° distrito a 5 minutos de caminata del Centre Pompidou. Lo más interesante de este centro comercial es que forma parte de la famosa CANOPÉE DES HALLES. Ese es el nombre (que podría traducirse como “cubierta o dosel”) que se le ha dado a esta gran obra de arquitectura y se inscribe en los trabajos tendientes a  la profunda transformación urbanística de este  sector de la ciudad. A nivel de la calle hay un hermoso parque público, el Jardín  Nelson Mandela (cuando lo visité en noviembre 2017 un sector del mismo estaba en ejecución) con juegos para niños y diferentes sectores que invitan al descanso. Un lugar que merece ser visitado. Inaugurada en 2016, la CANOPÉE fue proyectada a partir de un concurso internacional y con el objeto de modernizar y reestructurar el flujo de personas que diariamente utilizan la estación Chatelet-Les Halles. LE FORUM conecta de manera subterránea con la estación de metro Chatelet-Les Halles que junto a la de Montparnasse son las estaciones de metro más grandes y con más cantidad de líneas que convergen en ellas. En Chatelet tienen parada las líneas 1, 4, 7, 11 y 14 . A su vez se conecta con la estación de tren RER (líneas A,B y D). Todo esto conforma un laberinto en el que es fácil que nos desorientemos y nos pasemos varios minutos caminando, subiendo y bajando hasta encontrar la entrada, la salida o el comercio que nos interesaba visitar. A toda hora gran cantidad de personas circulan por el lugar. En mi opinión la de Chatelet es una estación  a evitar, salvo que sea indispensable. En ese caso, hay que estar atentos y tener bien presente cual es la salida que nos lleva a nuestro destino. LE FORUM DES HALLES abre de lunes a sábado de 10 a 20 hs y los domingos de 11 a 19 hs. Es un shopping enorme (más de 120 locales) con varios niveles subterráneos. Se accede a nivel de la calle y de ahí hacia abajo. Tiene entre sus servicios Wifi, Cambio y Détaxe. Hay varios locales gastronómicos y baños por lo que puede servir para recargar las pilas en mitad de la jornada de paseo.   LE 4 TEMPS www.les4temps.com Ubicado en La Defense, en las afueras de París, la traducción de su nombre es Las 4 Estaciones. Abierto de lunes a sábados de 10 a 10.30 hs y los domingos hasta las 20 hs, es el típico centro comercial: enorme, con más de 200 locales comerciales, 48 locales gastronómicos y cines. No hay nada que lo distinga a muchos de su tipo en cualquier gran capital del mundo. La línea de metro 1, estación Grand Arche conecta con él. Cuanta con Wifi gatis y Detaxe. En caso de decidir conocer La Defense y su famoso Arco, puede servir como una parada antes de emprender el regreso a  París.   BEAUGRENELLE www.beaugrenelle-paris.com Situado en el distrito 15, este centro comercial inaugurado a fines de 2013 se desarrolla en dos edificios que se comunican por un puente sobre la calle. Su tamaño es mediano: cuenta con aproximadamente 30 locales comerciales y 10 gastronómicos. En este shopping está el único local de la marca Hollister (que yo conozca el menos). Entre los servicios que ofrece podemos destacar Amazon Locker, Detaxe y Wifi. No

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Caminando por París. Recorrido por el 5° distrito.

Caminando por París. Recorrido por el 5° distrito: JARDÍN DE LUXEMBURGO – PANTEÓN – LA ESCALERA DE LA PELÍCULA – MUSEO DE HISTORIA NATURAL Y JARDIN DE PLANTAS – BARRIO LATINO – IGLESIA ST SEVERIN – FUENTE ST MICHEL – PLAZA DE LA SORBONA. Qué es exactamente y dónde queda el Barrio Latino?… Como ya mencioné en alguna oportunidad (https://quizviajero.com/blog/cuando-vayas-a-paris/), el quinto distrito (5 éme arrondissement) es uno de los 20 distritos en los que se divide París y el Latino es uno de los barrios (quartier) que forman lo forman. Es sin dudas una de las zonas más turísticas de la ciudad y por lo tanto uno de los puntos que figurarán en el plan de viaje quien visite la ciudad y al que siempre se querrá volver. El Barrio Latino será para muchos  un lugar ideal por donde pasear sin rumbo. Perderse en sus callejuelas intrincadas  los hará sentir en medio de una película, en un lugar que parecerá, aunque sea la primera vez que lo recorren. Sin embargo, organizar un recorrido puede ser útil para aprovechar mejor el tiempo y no pasar por alto algo que pueda interesarnos. Al viajar solemos, lamentablemente, estar limitados. El tiempo, el dinero, nuestra resistencia física, el clima,…Siempre hay algo que nos limita y nos obliga a elegir. Por eso creo que lo ideal es un equilibrio entre la organización y el disfrute relajado. Cuando viajo a cualquier lugar para mí es fundamental en primer lugar elegir dentro de todo lo que se puede conocer, aquello que me interese más. En segundo lugar necesito ubicarme con un buen mapa para ver dónde está cada uno de los lugares de mi interés para  después elegir cómo llegar de un lugar a otro y en qué orden. Por último veo si en el camino paso cerca de algo que también pueda atraerme aunque no haya estado en mi lista de imperdibles. Nunca les pasó volver de un viaje y que les digan:…pero cóooomo no fuiste a X si pasaste por al lado..????!!!!!. Pocas cosas me provocan m{as “odio”. Dicho todo lo anterior, les propongo un recorrido a pie por el 5° distrito (en realidad arraca en el 6°) visitando lugares más y menos conocidos, todos ellos espectaculares. Espero les sirva de guía e inspiración. La vuelta completa sin detenerse puede llevar una hora y entre 4 y 5 kilómetros de caminata. Dependerá de cada uno el tiempo que desee dedicar o “perder” en cada lugar. Para ayudar a que se ubiquen, en el planito que muestra el recorrido que les propongo, van a ver dos líneas rojas: la perpendicular al Sena marca el Boulevard Saint Michel y la cuva que lo corta y tiene un sentido más “parelelo”al Sena, es el famoso Boulevard Saint Germain. A la izquierda del Bvd Saint Michel está el 6° distrito y a la derecha el 5°.   Empecemos: El JARDÍN DE LUXEMBURGO es uno de los más famosos de la ciudad. Es realmente un imperdible. Este parque de más de 20 hectáreas alberga el Palacio de Luxemburgo que es sede del Senado Nacional. Dentro del parque hay diferentes areas de jardines  y de juegos para niños. Hay sectores donde se permite descansar sobre el césped y hacer picnic. Tiene un estanque inmenso donde los niños juegan los barquitos que alquilan. Es habitual ver a toda  hora parisinos muy relajados un leyendo un libro en alguno de los bancos. Cada vez que los veo me pregunto: esta gente no trabaja?… Uno de los sectores más magicos dentro del parque es la Fuente de Médici, construida en 1.630 por María de Médici, viuda del entonces rey Enrique IV y regente (por ser su madre) del rey luis XIII. Este jardín merece que le dediquemos un buen rato para recorrerlo. Los jardines cierran por la noche y podemos  llegar en metro con las líneas 4 y 10, estación Odeón o por tren RER línea B, estación Luxembourg. Debido a su extensión hay muchas entradas al paque y es facil que nos perdamos. Para continuar el recorrido que les propongo, debemos salir hacia el Boulevard Sain Michel que se encuentra del mismo lado que la Fuente de Médici y la estación Louxembourg. (1,2,3)   El siguiente punto a visitar es el PANTHEON. Saliendo del jardín nos dirigimos por la Rue Soufflot aproximadamente 500 metros hasta llegar a la Plaza del Panteón. Desde lejos ya veremos la perspectiva del edificio neoclásico (uno de los más famosos de la ciudad). Este monumento está destinado a honrar a los grandes personajes que han marcado la historia de Francia a excepción de las carreras militares que en su mayoría descansan en el panteón militar de Les Invalides. Algunos de los que están enterrados en él son: Voltaire, Jean-Jacques Rousseau, Victor Hugo,  Émile Zola, Jean Jaurès, Jean Monnet, Pierre y Marie Curie,  Alexandre Dumas y varios héroes de la resistencia.El Panteón puede ser visitado entre las 10 y las 18 con un costo de 8 euros.   Siguiendo el camino y teniendo de frente al Panteón vamos a rodearlo hacia la izquierda de la plaza que se encuentra al frente hasta llegar a la Rue Clovis. Cien metros adelante por esa calle nos vamos encontrar con la IGLESIA SAINT ETIENNE DU MONT en cuya escalinata se rodaron las famosas imágenes de Medianoche en París de Woody Allen. Supongo que todos  la han visto, y si no, qué esperan para verla???. Vale la pena detenernos a sacar la típica foto en la escalinata y tomarnos el tiempo de disfrutar el momento y el paisaje de la ciudad antes de seguir camino.   A continuación les sugiero visitar algo que cada vez que lo propuse a algún amigo, me lo agradeció: el MERCADO MOUFFETARD. Imperdible!…y son sólo 10 minutos más de caminata. Siguiendo por la Rue Clovis unos metros más, la primer calle con que nos topamos es la Rue Descartes. Debemos tomar a la derecha. Poco más de 100 metros nos separan de la Rue Tohuin y la cruzamos. Allí la calle cambia el nombre a Rue

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Locos por las compras (en París)

Las compras. Todo un tema, no?; y no sólo en los viajes. Hay quienes detestan comprar porque padecen la experiencia. En el otro extremos están los que disfrutan comprando lo que sea. A veces esas conductas cambian durante los viajes; otras, se potencian. En mi caso, admito que me gusta hacer compras, pero me considero moderada (aunque mi marido opine lo contrario). Sin embargo durante los viajes lo pienso dos veces antes de “perder tiempo” haciendo compras. Ni loca me pongo a hacer cola para probarme algo en una tienda en época de liquidaciones porque eso  me quita  tiempo de visitar un museo, disfrutar de una caminata o de un cafecito reparador. A París he viajado sola la mayoría de las veces, pero también lo he hecho acompañada por mi hermana, marido, marido e  hijos, solamente hija, hija y sobrina,   padres… Y en cada caso el asunto de las compras tuvo su particularidad. Me gusta llevar algo de regalo para cada miembro de la familia y soy de comprar cosas a mi hermana, sobrinos y cuñado que viven allá. Las veces que viajé con los jóvenes de la familia (en especial con “las” jóvenes) preferí dedicar un día entero a ese tema para poder terminar todo de una vez y así pasear relajada el resto de los días. En esas oportunidades quedé saturada de esperar fuera de los probadores cual perchero viviente sosteniendo las prendas que excedían del límite de ítems admitidos ; tuve que opinar acerca de qué sí y qué no y aprovechar a hacer las colas (en probadores y cajas) mientras las señoritas iban de caza por el local. Es por eso que a lo largo del tiempo he adquirido algo de experiencia en el tema que trataré de compartirles. Espero les sea de utilidad. Primero que nada me permito algunas recomendaciones: No acepten encargos. Lo peor que les puede pasar es perder tiempo comprando algo que ni siquiera es para ustedes. Si les da vergüenza decir que no, a la vuelta ponen la excusa de que “busqué por todos lados y no encontré”. Mi madre tiene un refrán que se aplica a este caso: “Ante el vicio de pedir, está la virtud de no dar”. Si ven algo que les gusta, impacta, lo desean fuertemente (aunque no lo necesiten) y está dentro del presupuesto: Cómprenlo ya!. No pierdan tiempo meditando ni lo dejen para “pasar más tarde”. Más tarde NO van a pasar y seguro se van a arrepentir. En lo posible llevar una lista de direcciones y organizar por ejemplo un rato de compras al final del día antes de volver a descansar. Aunque viajen acompañados, no descarten separarse un rato del grupo, familia o pareja. Como dice la expresión: “juntos pero no revueltos”. Es preferible que aquél al que no le gusta comprar aproveche para hacer otra actividad que sí disfrute antes que estar con cara de resignación pasándolo mal en un negocio o centro comercial. Siempre habrá cerca un museo, un bar, un parque u otro comercio que visitar. Incluso por qué no, aprovechar e irse a descansar un rato. Anticipar las compras haciéndolas online. Desconozco si en París los hoteles admiten recibir compras de huéspedes, pero creo  que se podría consultar por mail antes de viajar. Tampoco utilicé el servicio de Amazon Lockers porque mis compras las hago mandar a casa de mi hermana. Lo que sí hice fue comprar online y retirar en el comercio (más adelante algunos tips). Dicho lo anterior, sigo con mi humilde aporte, no sin antes aclarar que será basado en mi experiencia y no pretende ser una guía de compras en París. No soy especialista en el tema, no soy una gran conocedora de marcas y mis compras las hago en lugares de precios intermedios.   Vayamos por partes: PRIMERA PARTE: TAX FREE  Y  COMPRANDO POR INTERNET. TAX FREE (DÉTAXE) En francés es Détaxe. Aunque tax free es algo que nos parece muy  evidente, a los franceses no tanto. Se pronuncia “detax”, acentuando la a. Los requisitos son diferentes a los de otros países de Europa (España por ejemplo), por lo que tengan en cuenta lo siguiente para aprovechar la devolución del impuesto. Se deben gastar más de 175,10 euros (impuestos incluidos) en el mismo comercio en el mismo día. Sí o sí presentar pasaporte. En algunos casos pueden aceptar fotocopia o foto de celular Pedir el ticet de Détaxe en la Caja, en el momento o en el curso del día. No lo hacen en días posteriores. Hay centros comerciales (Beaugrenelle, Forum des Halles, Carrousel du Louvre, etc) que permiten reunir facturas de diferentes negocios para llegar a los 175,10 euros siempre que sean compras del mismo día.   En el aeropuerto, antes del check in dirigirse a la Aduana identificando los carteles que indican la ubicación de las ventanillas para tramitar el Détaxe o Tax Free. (1) Puede que deban trasladarse a otro piso dentro del aeropuerto y caminar bastante, por lo que es recomendable ir con tiempo suficiente. En las inmediaciones de la aduana se encuentran unas terminales PABLO  donde tendremos que escanear el código de barras de los formularios Détaxe que nos entregaron en los negocios. Las PABLO son terminales táctiles,  multiligües y muy fáciles de usar. Una vez completo el scan de los formularios la máquina emite un ticket que será controlado por un oficial de Aduanas. Ese es el momento donde podrán requerir que muestren los artículos comprados. A continuación se presenta el ticket intervenido por el funcionario de Aduanas en los mostradores correspondientes y se hace el reintegro. En mi caso me entregaron dólares billete a pesar de que había pagado todas mis compras con tarjeta de crédito en euros. Los  euros billete eran entregados en mostradores ubicados en  otro nivel del aeropuerto.   COMPRAS POR INTERNET (ACHETER EN LIGNE) No es mala idea realizar algunas de nuestras compras por internet, teniendo en cuenta los plazos de entrega o retiro de la mercadería de modo que coincidan con

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De Charles De Gaulle a París con Le Bus Direct

Mi vuelo de noviembre 2017 fue con destino al aeropuerto Charles De Gaulle. Como llegaba en un horario incómodo para que me fueran a buscar, decidí probar el traslado a la ciudad con la empresa Le Bus Direct (https://www.lebusdirect.com/es). El mismo servicio une la ciudad con el aeropuerto de Orly y según indica su web, hay buses entre las 5 y las 23.40 todos los días CON 4 diferentes recorridos. El costo de los viajes va desde los 12 a los 17 euros según el recorrido sólo ida, y entre 20 y 30 euros ida y vuelta. Los niños tienen tarifas reducidas. En otras oportunidades había optado por hacer el trayecto en taxi o diferentes combinaciones de tren-metro-bus. Diría que Le bus Direct es algo cercano al taxi en comodidad, al tren en cuanto a  precio y con poca diferencia con ambos en cuestión de tiempo de traslado. Sí es cierto que las frecuencias de los buses son inferiores  a las de los taxis o trenes, por lo que la espera hasta la llegada del bus puede alargar bastante el viaje. También hay que considerar que el tren no se atasca en embotellamientos como el taxi o el bus. En mi caso, el vuelo llegó a la Terminal 1  y antes  de viajar había tomado  nota de que la parada estaba saliendo del edificio principal a la altura de la Puerta 32 (habrá que consultar en la web las  paradas en  las otras terminales). El trayecto que me convenía era el 4 con destino a la Gare de Montparnasse y me costó 17 euros. Si bien se pueden comprar los tickets online o directamente en el bus, yo opté por comprarlo en el local de la empresa. Ese día no funcionaba la máquina expendedora por lo que un empleado era el encargado de la venta.  Tampoco funcionaba el sistema de televisores que informan los horarios de arribo de los buses de los diferentes recorridos, por lo que la espera se me hizo algo larga y creo que superó lo prometido por la empresa en su web. Por suerte había buenos asientos y wifi gratis!. La experiencia me resultó muy buena, y por eso se las recomiendo. Yo no la conocía, y la repetiría sin dudas. El bus era muy cómodo, a bordo había  wifi gratis de buena calidad y enchufes!. Así que si las paradas de Le Bus Direct quedan cerca de vuestro alojamiento, no duden en considerar la opción. Eso sí, tengan en cuenta que de ser necesario combinar con algún metro o bus, deberán acarrear el equipaje sin casi ninguna escalera mecánica o ascensor a disposición. El metro de París es bastante incómodo en ese aspecto y hay estaciones en particular muy grandes y con trayectos que implicar subir y bajar. En mi caso, la línea 4 me dejó en la estación de trenes de Montparnasse. De ahí tuve andar mucho hasta el metro de Montparnasse que “está ahí nomás”….y conectar con la línea 13 de metro. La verdad es que un poquito me quise matar. Pero ya no había vuelta atrás!. Pero para mi gratísima sorpresa no tuve que maniobrar sola mi equipaje. Ante cada escalera que tuve que subir o bajar (no menos de 8 veces) hubo quien me ofreció su ayuda, sin que la pidiera. Y si bien sé que “el francés antipático” tiene mucho de estereotipo, no esperaba tanta amabilidad. Por Fernanda @arromariagarcia  

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Arcos de Paris: La recta de los Arcos

Tres son los famosos arcos de París. Están  dispuestos en una línea recta, siendo el Arco de Triunfo el que se encuentra en el medio. La distancia entre los extremos de la recta imaginaria donde se ubican los otros dos arcos, el Arco del Carrusel y el de Gran Arco de La Defensa, es de 8,3 km. Demoraríamos casi dos horas caminando sin detenernos para llegar de uno al otro. El Arco del Triunfo de París El Arco del Triunfo de París es sin dudas el más conocido de los tres y uno de los principales  puntos de atracción turística de la ciudad. Podríamos reconocer su foto aún sin haberlo conocido personalmente. No debe haber viajero que no se lleve la típica foto tomada desde Champs Elysées con el arco de fondo. Fue Construido entre 1806 y 1836 por orden de Napoleón Bonaparte para conmemorar la victoria en la batalla de Austerlitz. Está ubicado  en el Distrito 8 de París, sobre la plaza Charles de Gaulle . Antiguamente esa plaza se denominaba  Place de l’Étoile (plaza de la Estrella) por la forma estrellada de las avenidas que de ella nacen. (1) Lo único que me resta agregar, (es demasiado conocido como para ahondar más),  es que se pueden sacar entradas para subir en http://www.paris-arc-de-triomphe.fr/es/.   El Arco de Triunfo del Carrusel El Arco de Triunfo del Carrusel (ese es su nombre completo), fue mandado a construir por Napoleón Bonaparte en conmemoración de sus victorias militares entre 1806 y 1808 según el modelo del arco de Constantino en Roma. Los cuatro caballos originales de la cuadriga de bronce fueron parte del botín de guerra de Napoleón, y se encontraban en la plaza de la catedral de San Marco de Venecia. Se ubica entre el Museo del Louvre y el Jardín de las Tullerías. Tres minutos de caminata son suficientes para recorrer los 250 metros que hay entre la Pirámide del Louvre y el Arco del Carrusel. Debajo de este arco y de la Place du Carrousel se encuentra el Carrousel du Louvre, shoping bajo tierra con más de 30 boutiques y varios restaurants. http://carrouseldulouvre.com/. El mismo se comunica bajo tierra con el museo de Louvre y con la estación de metro de la línea 1 (Palais Royal-Musée du Louvre – Salida 6)). Se puede acceder desde la superficie a través de las entradas a las escaleras que por cierto pasan bastante desapercibidas  a cada lado del arco. El centro comercial es ideal para una pausa o hacer unas compras. Hay varios lugares donde comer o tomar un café y también baños (frente al Mc Café). (2) En el subsuelo, cerca de una de las entradas encuentran los Amazon Lockers cuyo funcionamiento ha explicado a la perfección Sir Chandler en su blog (http://www.sirchandler.com.ar/2015/03/usando-los-maravillosos-amazon-locker/). Para dirigirnos desde el  Arco del Carrusel hacia el Arco de Triunfo, deberemos atravesar en primer lugar el famoso Jardín de las Tullerías. El Arco del Carrusel se encuentra en uno de sus extremos. Una caminata tranquila de 15 minutos (si no nos detenemos a descansar en algunos de los bancos de sus fuentes –lo que sería une pena!!) será suficientes para recorrer los 950 metros de longitud del jardín y llegar al otro extremo. En este punto ya nos encontraremos llegando a la Plaçe de la Concorde y su famosa columna, otra de las imágenes más conocidas de París.(3) La avenida que se abre a nuestro frente donde al final ya divisamos el Arco de Triunfo no es otra que Champs Elysées. En este punto nos separan del Arco 2,5 km y media hora más de caminata. La primera parte del trayecto tendremos jardines alrededor y más adelante se encuentra la famosa zona comercial de la avenida. En caso de querer ahorrar algo de tiempo y de energías podemos tomar la línea 1 del metro desde Concorde hasta George V lo que nos permite recorrer caminando los últimos 500 metros o llegar directamente al Arco de Triunfo descendiendo en Charles de Gaulle-Etoile.   El Arco de la Défense Por último el Arco de la Défense, distante 5 km en línea recta del Arco de Triunfo, se ubica en de La Défense, uno de los distritos financieros más importantes de europa, comparable a la City de Londres. En la zona de La Défense veremos  torres y rascacielos que pertenecen a las empresas más importantes, tanto de Francia como a nivel mundial y su arquitectura  ofrece un panorama diferente y un gran contraste con del resto de París. Además de las grandes torres de cristal, existe una exposición de obras de arte contemporáneo a cielo abierto donde sin dudas se destaca la gran escultura de Joan Miró en la entrada del centro comercial Quatre Temps. Además hay plazas, fuentes, y jardines colgantes que merecen ser visitados si el tiempo nos lo permite. (4) El Grand Arche de la Traternité (Gran Arco de la Fraternidad, como también se lo conoce) fue inaugurado en 1989 para conmemorar el bicentenario de la Revolución Francesa. Es un gran cubo  de 35 plantas. Es un hipercubo casi perfecto, con 108 metros de ancho, 110 metros de alto y 112 metros de profundidad. La parte más alta de la construcción contiene un centro de conferencia y de exposición, un museo de informática. Para llegar a La Defensa, debemos tomar la línea 1 del metro y descender ya sea en la Estación Explanade de la Défense o en Grand Arche. Les sugiero hacerlo en la Explanade donde al emerger a la superficie se sorprenderán por la magnitud del arco. Desde ahí hasta el arco hay aproximadamente 1 km y una caminata imperdible de 15 minutos. Desde el Arco de Triunfo son apenas 20 minutos de viaje en metro y realmente creo que valen la pena para con la excusa de ver la alineación de los arcos disfrutar de este lugar tan distinto a todo lo que venimos viendo. Una última sugerencia, en caso de hacer el viaje en metro. La estación siguiente a Charles de Gaulle-Etoile (donde está el Arco del Triunfo) es “Argentine”. Estén atentos y podrán tomar una foto del típico cartel azul

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Cerca del Louvre. Escapando de las Multitudes

Cerca del Louvre. Escapando de las Multitudes. (Huyendo hacia la derecha rumbo a Galerie Vivienne)   Sabemos que París es una de las ciudades más visitadas del mundo y que algunas atracciones turísticas son muy concurridas. A veces demasiado. Tal es el caso del Museo del Louvre, la famosa pirámide y sus alrededores. En el caso de querer visitar el museo, recomiendo que de ser posible se compren entradas en línea de modo de agilizar algo el trámite y acortar los tiempos de cola al entrar. (https://www.ticketlouvre.fr//louvre/b2c/index.cfm/home). También sugiero ir temprano porque suele haber algo menos de gente. Debido a los controles de seguridad que hay en todas las atracciones turísticas, en especial en épocas de temporada alta, suele haber bastante cola para ingresar. Supongamos que ya hicimos la visita deseada. Recorrimos el museo o simplemente paseamos un poco por sus alrededores y nos sacamos fotos en las fuentes o “tocando la punta de la pirámide”. Es probable que sigamos nuestro recorrido hacia los jardines de las Tullerías u optemos por hacer una parada para comer o tomar algo. Los bares y restaurantes en los alrededores del Louvre suelen estar atestados de turistas por lo que en algunos casos podemos pagar caro y no pasar un momento del todo relajado. En caso de querer escapar un poco a las hordas de turistas y conocer lugares cercanos donde podamos mezclarnos con los habitantes de la ciudad, les propongo una caminata de 10 minutos paseando por lugares mágicos, muy conocidos pero a veces algo escondidos. Alguien dijo alguna vez que “el que no sabe es como el que no ve” y siempre me atormenta la idea de pasar por delante de algo y no disfrutarlo por el simple hecho de ignorar que existe. Es por eso que insisto en que sin encerrarse en programas estrictos, es de mucha ayuda “estudiar” un poco antes de emprender un viaje. El recorrido que les recomiendo arranca en la explanada del Museo del Louvre dejando la pirámide a nuestras espaldas y sin cruzar la calle trasponer las arcadas hacia la Rue de Rivoli. Cruzamos la calle y tomamos la Rue de Rohan, sólo 100 metros hasta Rue Saint Honoré. Volvemos a cruzar hacia la Place Collette (que es una explanada delante del palacio) en dirección al Palais Royal (Palacio Real). De camino vamos a pasar por uno de los ingresos más pintorescos al metro de París: la parada Palais royal-Musée du Louvre de la línea 1. No hay quién se resista a las fotos de rigor !!!. Ingresamos al Palacio Real. En la explanada aún vamos a encontrar muchos turistas tomándose fotos sobre los cilindros a rayas blancas y negras. Si seguimos avanzando vamos a llegar a los Jardines del Palacio Real, la fuente y las galerías que encierran el jardín. Ya en este punto habrá menos cantidad de turistas. Los jardines son un buen lugar para descansar un rato y tomar algunas fotos y en verano los árboles nos ofrecen una sombra muy agradable. Además recorrer las vidrieras de las boutiques de las galerías que rodean el jardín será seguramente una experiencia distinta a todo lo que venimos viendo. Para seguir nuestro camino, debemos una vez más avanzar y trasponer las columnas al final de los jardines en dirección a la Rue de Beaujolais.   Este lugar para mí  una especie de “puertita” que, como en los sueños o cuentos de nuestra infancia, nos llevará a otro mundo. Atrás habrán quedado las multitudes y el ruido. Habremos llegado a una calle sin salida, angosta y típicamente parisina. A nuestro frente se abre una escalera encerrada entre los edificios que nos invita a subir. A nuestra derecha pasaremos por el restaurant A Casaluna, que si el horario es adecuado y el bolsillo lo permite nos  tienta a quedarnos a comer algo. Si decidimos seguir nuestro camino, no tenemos más que subir la escalera en dirección a la Rue des Petit Champs, la que vamos a cruzar. Perpendicular a nosotros está la Rue Vivienne.  A pocos metros sobre esta calle se encuentra el restaurant Le Grand Colbert, que quienes amamos las películas románticas, recordamos por la escena donde Jack Nicholson interrumpe la cena (y algo más) que disfrutaba Dianne Keaton junto a Keanu Reeves en Something ´s Gotta Give (si mal no recuerdo acá la conocimos como Alguien Tiene que Ceder). Disgresiones al margen, mi propuesta es doblar a la derecha por la Rue des Petit Champs unos metros hasta la Rue de la Banque. En el número 5 de esta calle encontramos la Galerie Vivienne. http://www.galerie-vivienne.com/ Sólo 850 metros y diez minutos de caminata (si no nos hemos  detenido) nos separan de la Pirámide del Louvre. Y les aseguro que nos sentiremos en otro mundo. Habrá turistas ya que en todo París hay turistas, pero no multitudes y el ambiente será totalmente diferente. La Galerie Vivienne es pasaje cubierto que data de 1823 y tiene para mí un significado especial ya que lo conocí hace miles de años durante mi luna de miel. Creo que llegamos ahí de casualidad y nunca lo olvidé. El problema es que sí olvidé cómo llegué allí, la zona donde se encontraba. Cuando 20 años después pude regresar a París como festejo de aniversario,  no lo encontramos ya que yo ni siquiera recordaba su nombre. Como dije, “el que no sabe es como el que no ve”. Para ese momento (año 2009) mi hermana ya vivía en la ciudad, pero mis pocos datos no ayudaron a que pudiera localizarlo. Es más, creo ella que nunca estuvo ahí. Pasaron los años, se sucedieron los viajes (uno por año – me prometí y vengo cumpliendo) hasta que en 2014 una amiga de mi hermana me manda un mail con algunas sugerencias de lugares para conocer y ahí estaba la famosa Galerie Vivienne. Al día siguiente, mapa de papel (por supuesto) en mano, la encontré después de dar muchas vueltas. Me pasó algo un poco parecido a la canción de Serrat: me sentí como

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Cuál es la mejor época del año para viajar a París ?

LA MEJOR ÉPOCA DEL AÑO PARA VIAJAR A PARÍS ……. La mejor época del año para viajar a París es cuando VOS PUEDAS. Porque te dan las vacaciones, porque conseguiste un pasaje barato, porque es tu aniversario, porque son las vacaciones de los chicos, o por la razón que sea. Sería obvio aclarar que cuando el clima es más benigno y los días son  largos se puede aprovechar más la jornada. Los meses de abril hasta mediados de julio y de septiembre a mediados de octubre parecerían ser los ideales. Por qué dejo de lado fines de julio y agosto?….Porque las tres últimas “canículas” en agosto 2012 y julio 2015 y agosto 2016 coincidieron que mi estadía…..Y lo sufrí. Mucho. El clima de París no suele ser cálido. Y cuando ocurren esas excepcionales temperaturas mínimas que superan los 35 °, y no bajan ni de noche, y duran varios días…..no hay mucho por hacer. No es habitual que en las casas y comercios haya aire acondicionado. Sólo en los hoteles de 3 estrellas o más hay refrigeración. En la mayoría de los restaurantes, incluso a orillas del Sena, hay “climatisation naturel”, es decir ventiladores que hacen circular el aire caliente. El motivo es que lo consideran poco ecológico, no está permitido modificar las fachadas de los edificios para colocar equipos (ni siquiera las fachadas interiores), y además al ser un fenómeno tan poco frecuente, si sucede, se la aguantan. Así como mucho calor limita las horas que podremos disfrutar en el día, mucho frío,  también. Los meses de diciembre a marzo suelen ser los más fríos. Sin embardo, lo bueno es que así como la refrigeración no es buena, la calefacción es excelente en todos lados. Por eso si la elección de la fecha no es tan flexible, no dejes de viajar por no poder ir en “la mejor época”. Nadie te puede garantizar que por ejemplo no te pesque una primavera tremendamente lluviosa como la de 2016 que incluso inundó el Sena y no se puedo pasear en su costa por varias semanas. Tratá de elegir la mejor fecha de acuerdo a tus posibilidades, sin perder de vista que siempre algo “puede fallar” y no por eso el viaje dejará de ser maravilloso. Quién te dice que no tengas la tremenda suerte de que te toque un invierno benigno como el 2015, o un veranito fresco como fue al principio el de 2016 (hasta que lleguée yo???. El clima de París es muy impredecible!!!!!!…. Te sugiero llevar pensados algunos itinerarios para los días de peor clima, idealmente alguno que no se le ocurra a la mayoría del resto de los turistas que quieran huir del calor, el frío, la nieve o la lluvia…….   CUANTOS DIAS NECESITO PARA CONOCER PARIS?….. Como siempre, va a depender del tipo de viaje, de la cantidad total de días, de las preferencias, de las posibilidades….De tantas cosas!!!.. En mi humilde opinión, te diría que trates de reservarle a París un mínimo de tres noches, cuatro días. Ideal serían 5 noches a una semana. Quien pudiera!, no?. No soy partidaria de los viajes que se pasan sobre un avión, tren, auto o bus, “picoteando” un montón de ciudades. Mucho influye si llegás y/o te vas en tren, auto o avión, ya que de eso va a depender mucho cuanto se pueda aprovechar el día de viaje. No es lo mismo llegar a las 7 de la mañana al centro de Paris en un tren  (donde con suerte dormiste un montón) o a mediodía en el Eurostar desde Londres, que llegar a algún aeropuerto alejado del centro por la tarde. Los viajes en avión  nos obligan a estar en el aeropuerto entre dos y tres horas antes. El viaje hasta el aeropuerto  nos va a insumir entre media y una hora más  como mínimo, dependiendo del día y la hora.  Eso puede provocar que el día de llegada y/o el de partida no puedan aprovecharse plenamente. Teniendo todas estas variables en cuenta, te recomiendo organizar itinerarios que te permitan aprovechar al máximo los días de arribo y partida. Y como ya se sabe, es imposible comprimir todo París en unos pocos días. La idea es organizarse para aprovechar al máximo sin morir en el intento. Viajar no es sufrir por lo que no pudo hacerse, sino disfrutar a pleno lo que sí. Tampoco correr de una punta a la otra sin poder detenerse a tomar un cafecito reparador, o tirarse en un parque a descansar o simplemente contemplar la vida pasar. Además siempre es bueno quedarse con ganas de volver.   RECOMENDACIONES AL ARMAR EL EQUIPAJE He aquí una simple recopilación de las cosas que nunca faltan en mi valija Un pareo para usar de lona (pesa menos y no ocupa espacio en la cartera o mochila) y poder tirarnos a descansar en un banco, un parque o para improvisar un pic-nic. Un pequeño paraguas. Paris es lluvioso en cualquier época del año. Puede llover y parar varias veces en un mismo día y volver a salir el sol otras tantas. Un piloto liviano. Por el mismo motivo anterior. Calzado cerrado. Siempre. Aunque haga calor, porque en todos los parques (Luxemburgo, Tullerías, Versailles, …todos), los senderos son de unas piedritas muy chiquitas y filosas, mezcladas con arenisca que se meten entre los dedos de los pies y pueden lastimar además de ser muy incómodo. Una botella para recargar agua. En los parques suele haber bebederos y el agua es totalmente segura. Si viajan chicos no tan pequeños, digamos entre tres y cinco años,…hasta seis, no descarten llevar un cochecito plegable, tipo paragüitas. Los franceses usan mucho esos coches con niños no tan bebés. Es un aliado cuando los chicos se cansan y no quieren caminar. No van a llamar la atención como sucedería en Argentina. En verano, si por casualidad piensan aprovechar alguna piscina en un lugar público o parque acuático, llevar gorra de látex para las mujeres y traje de baño tipo “sunga”

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París: datos que pocos saben y está muy bueno saberlos

PRIMERO LO PRIMERO. (PARA UBICARSE MEJOR) París se divide en 20  “arrondissements”, especie de distritos administrativos, que a su vez se dividen en “quartiers” similares a nuestros  barrios. Estos distritos se numeran del 1 al 20 formando un caracol o espiral desde el centro, moviéndose en el sentido de las agujas del reloj. Los barrios más conocidos por su nombre  o que más “nos suenan”, son por nombrar algunos el Barrio Latino (quartier latin en el 5éme arr.), Saint  Germain (6éme arr), Montmartre (18éme arr.), Bastilla (11éme arr.), Montparnasse (14éme arr),  Les Marais (nosotros  diríamos Le Maré, N° 4, 4éme), L’Opera (9éme arr) y Bastilla (N° 11, éme). Los que se encuentran arriba del Sena pertenecen a la Rive Droit (ribera derecha) y los de abajo son los de la Rive Gauche (ribera izquierda. La îsle de la Cité (donde está la catedral de Nôtre Dame) pertenece a los distritos 1 y 4 mientras que la îsle de St. Louis, está completamente en al 4°distrito. Los límites entre los arrondissement no están delimitados de un modo visible. Incluso una misma calle o avenida, puede pertenecer a dos  diferentes a lo largo de su recorrido y/o según la vereda. Si en algún momento necesitamos ubicarnos, sólo es necesario buscar el cartel de metal azul con letras blancas que indica el nombre de la calle o avenida. Ahí claramente  puede verse en la parte superior en qué número de arrondissement estamos. Los arrondissements también aparecen en el código postal de las direcciones, lo que puede servirnos cuando debamos ubicar un hotel, departamento o atracción. El código postal de París es el 75000, de modo que cualquier dirección cuyo código postal sea 75005 estará ubicado en el distrito n° 5 y de ese mismo modo del 01 al 20. ¿DONDE CONVIENE ALOJARSE? (DONDE MÁS TE GUSTE….) Ni bien terminamos de decidir nuestro viaje a Paris, comenzamos a pensar dónde conviene que nos alojemos. Si es nuestra primera experiencia, la incertidumbre es aún mayor, ya que no tenemos referencia alguna, más que el consejo  de amigos que hayan viajado…..o alguna opinión que encontramos en la web. En mi caso, la primera vez que viajé a New York, me guié por consejos de conocidos, y no me gustó para nada la zona donde reservé el hotel. Por eso creo que vale la pena estudiar un poco nuestro destino y según nuestras preferencias y posibilidades, hacer una correcta elección. En primer lugar, debemos saber cual es nuestro presupuesto sin perder de vista que el alojamiento en París es caro. En segundo lugar y en base al presupuesto, a la cantidad de días que vayamos a estar,  la cantidad de personas que viajan, sus edades y gustos, tendremos que ver si la mejor opción es hotel, departamento, hostel o habitaciones en casas de familia. Existen muchos buscadores y páginas donde encontrar alojamiento en cualquiera de estas opciones. Por último y no por ello menos importante es elegir donde???!!! Analizando el mapa de París, podremos ver que las principales y más conocidas atracciones turísticas están concentradas en los distritos 1, 2, 4, 5 y 6. Obviamente, por esa razón, son los más caros. Me refiero puntos más tradicionales que visitaremos sí o sí, ya que toda Paris ofrece lugares increíbles para conocer. Pueden ver que la Torre Eiffel en el 7 ème, el Trocadero y el Arco de Triunfo en el 16 y en especial el famoso  Montmartre (donde  está el Sacre Coeur) ubicado en el 18, son las atracciones turísticas más alejadas del resto de lugares de interés. Cuanto más cerca estemos de los lugares que queremos conocer, más aprovecharemos el tiempo y menos gastaremos en transporte ya que habrá días en los que si organizamos bien las recorridas, podremos manejarnos caminando la mayor parte del tiempo. Una alternativa menos cara (digo menos cara, porque barato en París no hay casi nada), es elegir alojamiento en los barrios que lindan con los más centrales, tratando de ver que estemos situados cerca del límite que nos interesa y no en la otra punta. Ojo que en los distritos muy grandes hay zonas muy diferentes entre sí. Por ejemplo  el 14, debajo del o 6 en la zona del Bvd Quinet) es un barrio con mucha vida nocturna, llena de restos abiertos por la noche; el 2 (el barrio financiero) y el 3,  son distritos pequeños que se ubican están sobre el 1 y el 4 en la orilla derecha que es menos cara que la izquierda. O al menos lo fue hace algún tiempo. Los distritos 7 al 13 también tienen lugares con mucha vida donde es lindo alojarse. Así como  el 15 y el 16 donde podremos sentirnos un parisino más. Si estamos cerca de alguna estación de metro o parada de ómnibus que nos acerque, son buenas opciones. Al resto de los distritos del norte los conozco menos como para opinar. Otra opción a tener en cuenta son las ciudades satélite de París como La Defénse al oeste a la que llegamos con la línea de metro 1 o la zona de Vanves , Malakoff y Montrouge que se conectan a París, entre otros medios de transporte por el metro línea 13. Un aspecto muy importante a la hora de elegir nuestro alojamiento es la cercanía con las estaciones de metro, ya que será este el medio de transporte más eficiente para trasladarnos en distancias largas ya que nos evita el tránsito de la superficie. Las líneas de metro que al menos yo utilizo más frecuentemente son 1, 4, 6 y 13. Pero la red es tan amplia que cualquiera que sea la estación que  tengamos cerca seguramente nos conectará con todo lo que queramos visitar.   Por @arromariagarcia

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Reflexiones a más de 300 km/h en un TGV

Siempre quise decir “escribo esto mientras atravieso Europa en un tren de alta velocidad” y eso es exactamente lo que hago ahora, a bordo de un TGV que tomé hace menos de una hora en la estación de Cannes. En la sala de espera, miré largo rato a una paloma más marrón y más peluda que las que tenemos nosotros en Colegiales o en San Telmo. Estaba en el piso, refugiada en una esquina del hall, la cabeza hundida en el cuello. Cada tanto trataba de erguirla para mirar a su alrededor, supongo que intentaba adivinar quién sería su asesino. Pensé en ella, en su suerte echada sin remedio. Esta noche, cuando la Gare quede desierta y pasen los mozos de la limpieza, seguramente la maten a escobazos o la saquen a la calle para que algún gato o un perro puedan comer de su carne. También imaginé que una nena francesita con el pelo a la garçon se escapaba de la mano de su madre y la alzaba, la llevaba a su casa, la curaba y luego la liberaba. Recordé que eso hizo una tía mía una vez. Su marido se había muerto y a los pocos días una paloma gris se refugió en su balcón. Tenía una pata herida. Mi tía la curó, la cuidó por un mes y luego la dejó ir, no sin antes avisarle a toda la familia que lo que había sucedido era que el alma de su difunto esposo la había visitado en forma de paloma gris. Esta era marrón, ¿sería el alma de un mulato? Me lo pregunto a trescientos veinte kilómetros por hora, una velocidad más que suficiente para arrollar palomas y cualquier tipo de pájaros, cosa que ni me importaría si no fuese porque acabo de ver una en sus últimas horas y me quedó su cara de “qué rápido fue todo” grabada en la cabeza. A mi lado viaja una chica, se subió en Avignon, allí donde una vez hubo un Papa, el Papa de Avignon. Me gustan las historias de Papas, las intrigas de la iglesia. Me las doy de que sé mucho de ese mundo, quizás no sea del todo mentira, quizás sepa un poco más que alguna gente. Por ejemplo sé que hubo un Papa y un Anti Papa, todo en Avignon que ahora que ato es, además, un pueblo con un puente sobre el que todos bailan. Ajena a mis pensamientos, la chica se comporta como una verdadera francesa. Pelo lacio, algo regordeta, lentes con marco de color, usa una botella con una pajita para darle agua al gato que lleva en una jaula. Me gustan mucho los gatos, aunque es muy probable que uno de ellos esta noche se coma a la paloma enferma de la Gare de Cannes. Al principio miré la jaula y pensé que estaba vacía. Miento, no vi bien y pensé en preguntarle dónde estaba el gato, pero también pensé que mi francés de secundaria está oxidado y que ella no hablaría inglés. Ridículo, todos hablan inglés, mucho más una chica en el vagón de primera de un TGV. ¿Do you a have a cat inside? le dije entonces, señalando la jaula y me respondió que sí, que look inside, y yo que oh is very beautiful y ella que thank you mercí mientras le acercaba la pajita a la boca de un animal que, la verdad, no llegué a ver del todo pero dije que era very beautiful porque si decía que no lo veía ella tenía que levantar la jaula y toda la operación se iba a complicar. Recién caigo en que no escuché un solo maullido. Y ahora, mientras caigo en que no escuché ni un solo maullido, la gordita pone la jaula sobre la mesa, abre un poco la reja y le hace mimos al conejo que está adentro. No lleva un cat, lleva un lapin, que la verdad no suena ni cerca del cat que estoy absolutamente seguro que dije. No me gustan especialmente los conejos, no me gusta la expresión “cogimos como conejos” sobre todo porque una vez vi a un conejo cogiendo y el alarido que pegó al acabar me dio mucho miedo, o más bien pena, no sé si por el pito del conejo o por la cosita de la coneja, pero me dio pena. Ahora la chica se fue. ¿Al baño? No sé, quizás al salón comedor. Me dejó la jaula al lado. El lapin pega su nariz a la reja, le acerco un dedo como un acto reflejo, soy de tocar animales. Estoy cerca de pasarlo para el lado de adentro pero imagino que mi índice se transforma en una zanahoria y que el rabbit -que por cierto tampoco suena a cat, I saw cat, me cago en el Papa de Avignon- empieza a roerlo y no, mejor no lo paso y sigo escribiendo en el TGV que ahora debe ir a trescientos cuarenta porque, la verdad, tiembla bastante. Hay un sssssss neumático muy agradable que viene detrás, se abre la puerta, ha de ser la chica que regresa de orinar o de comprar algo. No, es una cosa marrón que me huele la pierna. Un perrito, o mejor dicho el hocico de un perrito. Dos metros más atrás, sujetando la correa, viene una francesa de unos cuarenta o cincuenta años, es difícil saber la edad de las francesas, no sé por qué pero es difícil. Rubia de pelo corto, casaca de cuero beige, me mira con algo de culpa porque su perro me olió la pierna, le pongo cara de que me encantan los perros aunque alguno de ellos capaz que esta noche se come a la pobre paloma de la Gare de Cannes. Me mira pero no me parece que entienda mis ojos de me encantan los perros, es posible que mi sonrisa no haya sido tan explícita, quizás no me di a entender del todo y temo que si le saco conversación, el perro se transforme en algo, que de chian pase a no se qué, como paso con el gato que se hizo conejo en

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Creen en Fantasmas?

Cuando era residente de primer año lo que más deseaba, esperaba y quería, aunque veía como un objetivo inalcanzable, eran las vacaciones. Jornadas interminables, guardias día por medio, a pesar de todo lo nuevo y fascinante que estaba aprendiendo y descubriendo, mi único anhelo era descansar por fin… Pero primero había que atravesar el verano, meses preferidos por los residentes superiores para su receso anual, y eso implicaba cubrir las guardias de los que no estaban. El último día antes de mis tan ansiadas vacaciones, que comenzarían oficialmente el 9 marzo, me bajaron desmayada de quirófano central. Miento si digo que me acuerdo qué pasó, solo recuerdo escuchar al anestesiólogo decir “tiene 70 de máxima, está semimuerta” y de ahí nada más. Me mandaron a mi casa, donde por fin agarré la cama y dormí salvajemente hasta un par de horas antes de tener que salir para Ezeiza, donde me esperaba mi amiga Laura, con la cual iba a viajar. Todo este preludio es para explicar que ese primer año de residencia, último año del 1 a 1, ahorré lo suficiente como para pagarme mi primer viaje a Europa. Nuestra primera parada fue Londres. Amor a primera vista. Hasta ahora la top total, la más bella, elegante y fascinante de las ciudades que conozco. Nuestro siguiente destino fue París, y ahí es donde se produjo esta anécdota extraña, la cual estoy convencida de que ocurrió tal cual la recuerdo, no tengo pruebas pero tampoco tengo dudas. Desde chiquita siempre tuve una fascinación especial por los grandes cementerios. Mi papá me llevaba frecuentemente a pasear al cementerio de la Recoleta. No es una fascinación morbosa, de ninguna manera, los aprecio por su valor histórico, igual que si se tratara de un museo. Allí reposan los restos de personas que vivieron vidas fascinantes, personajes ilustres, próceres, científicos, músicos, artistas. Como era de esperarse, tomando en cuenta lo antedicho, uno de mis objetivos turísticos principales en París iba a ser el cementerio de Pere Lachaise. Allí se encuentran las tumbas de personajes tan famosos como Sarah Bernhardt, Georges Bizet, María Callas, Paul Eluard, Amedeo Modigliani, Camille Pissarro, Óscar Wilde, Jim Morrison y Frederic Chopin, entre muchos otros. Llegamos a la puerta del cementerio, pero mi amiga Laura y su hermana, con la cual nos habíamos encontrado en París, no quisieron entrar. No todo el mundo disfruta de este tipo de visitas, a decir verdad. Ya estaba ahí, y a pesar de que no me hacía gracia, ya que el cementerio es muy grande, yo no tenía lo que se dice un gran sentido de la orientación, y el panorama se veía bastante solitario, decidí entrar sola. No tenía plano del cementerio, ya que no habíamos entrado por la puerta principal, pero había visto a la entrada un plano pintado en el muro y más o menos me ubicaba. Empecé a caminar y después de dar un par de vueltas ya no tenía la menor idea de dónde estaba. Para colmo el cielo empezaba a ponerse negro, por supuesto no tenía paraguas ni capucha y no había visto ni una tumba famosa. No quería volver a reunirme con mis amigas sin ver nada, y si tenía que elegir una entre todas las tumbas famosas que quería visitar, esa era la tumba de Chopin. Siempre me conmovió su historia tanto como su música. Y sabía, porque me lo habían contado, que su tumba, aunque humilde, siempre estaba llena de flores que llevan sus admiradores. De repente me tocan el brazo. Al darme vuelta veo a una señora de unos 70 años, bajita, sonriente y toda vestida de negro. Me preguntó si iba a visitar a Jim Morrison, ya que ese día sus fans se congregaban en su tumba para homenajearlo (no sé por qué, ya que su aniversario es en julio). Le expliqué que quería ver la tumba de Chopin, que me había perdido y que no tenía mucho tiempo ya que me estaban esperando en la entrada. Se sorprendió de que alguien tan joven buscara la tumba de Chopin y me dio instrucciones muy precisas para llegar, no era tan sencillo ya que no estaba en una avenida principal. También, por las dudas si cambiaba de opinión, me explicó cómo llegar hasta la tumba de Jim Morrison. Me deseó éxitos, yo le agradecí por su amabilidad y cada una siguió su camino. Había caminado un par de pasos cuando me di cuenta de que mi interlocutora me había hablado todo el tiempo en francés. No solo eso, sino que yo le había contestado no puedo asegurar en qué idioma, y ella me había entendido. Yo no hablo ni una sola palabra de francés sacando bonjour y merci, y supongo que la señora tampoco hablaba castellano. Me dí vuelta, la viejita de ninguna manera podía haber llegado muy lejos, pero ahí ya no había nadie. Un intenso frío me corrió por la espalda. No se veía a nadie por ningún lado, ni se escuchaban pasos. Nada. Respiré hondo y seguí las instrucciones de la señora, y sin ningún problema llegué a la tumba llena de flores de Frederic Chopin. Al salir me hice también una pasada por la última morada de Jim Morrison, a cuyo alrededor comenzaban a congregarse sus fans. Cuando llegué a la entrada me reencontré con mis amigas, pero no les conté nada de lo que me había pasado. Ellas estaban ansiosas por irse de ahí, estaba empezando a llover y yo quería volver al hostel y quedarme a solas para pensar. No tengo ninguna duda de que lo que me pasó fue real. Aunque siempre vaya transitando esa delgada línea entre creer y no creer. A pesar de estar convencida de que mis sentidos no me engañaron ni mis recuerdos, nítidos como si hubiera sido ayer, me engañan ahora. Y ustedes, creen en fantasmas?     Por @LG_RDT publicado en su blog: https://primumnonnocere75.wordpress.com//?s=Fantasmas&search=Ir

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Nouvelle Année 2013 en París

“Y si nos vamos a pasar año nuevo a París?”. En ese instante el bizcochito Don Satur® que tenía entre dientes se fue derecho a mi tráquea generando generándome bruta tos. La idea me encantó, pero me fui forzado a aclarar “Mira que no tengo un mango, eh” y ahí fue el momento en el que recibí el mayor de los regalos navideños adelantados cuando oí la frase “Vos organizalo que yo invito”.   La Sorpresa Inicial Se estaba cerrando el año 2013, estábamos a mediados de octubre cuando en el trabajo decidieron, a modo de limpiar las horas extra adeudadas, “regalarnos” los días 30/12 2/1 y 3/1. Con la sorpresa que ese Mega hueco en mi agenda me había generado me fui muy campante a tomar unos mates a lo de mis viejos. Lo que no sabía es que ese día me depararía más sorpresas. Al contarlo, entre mate y mate, mi padre, un hombre nacido junto con el año, odiador de sus cumpleaños y amante de sus raíces galas, esbozó “Y si nos vamos a pasar año nuevo a París?”. En ese instante el bizcochito Don Satur® que tenía entre dientes se fue derecho a mi tráquea generando generándome bruta tos. La idea me encantó, pero me fui forzado a aclarar “Mira que no tengo un mango, eh” y ahí fue el momento en el que recibí el mayor de los regalos navideños adelantados cuando oí la frase “Vos organizalo que yo invito”. Imaginarán lo poco que dormí esa noche. A mi juego me habían llamado, aproximadamente a las 3 am ya tenía organizado el viaje para hacer PARIS – BRUJAS – AMSTERDAM con los aéreos pre seleccionados, hospedaje en Paris apalabrado, 4 hoteles reservados en cada una de las otras ciudades y los trenes ya analizados. Los días fueron pasando, me fui juntando con mis viejos tratando de adaptar el itinerario del viaje a los gustos y necesidades de cada uno de los 3 viajeros. Para mediados de noviembre ya el viaje tenía forma, color y cuanto adjetivo se les ocurra. Iríamos el 27 a Paris vía KLM, previa escala en Ámsterdam y regresaríamos desde la capital holandesa en vuelo directo el 5/1 un itinerario nada despreciable. Claramente en el viaje operaria de Guía Turístico / GPS / Guardián del itinerario / Interlocutor / etc. Llegando a La France Llegado el 27/12 a la salida del trabajo me fui para Ezeiza donde me encontré con mis viejos, era una tarde de mucho calor y yo con la campera en mano previendo el frio q me esperaba en Paris. Por suerte el vuelo paso sin pena ni gloria, ambos vuelos llegaron en horario y el equipaje llego a destino como se esperaba (y suele pasar). Conseguí un departamento a 6 cuadras de la Tour Eiffel, para los 5 días en Paris, estaba emocionado con ir por primera vez a la Ciudad Luz, pero confieso q no le tenía mucha fe a la torre… el año anterior había pasado por Pisa y la famosa torre me gustó pero “meh”, honestamente esperaba lo mismo de la dichosa estructura metálica. #SpoilerAlert!!! QUE EQUIVOCADO ESTABA!!! Llegamos de noche, tomamos el tren, luego el subte (o Metro como le dicen en dichos lares) y bajamos en la estación Invalides, luego de varias escaleras salimos a la superficie encontrándonos en un parque amplio llamado Esplanade des Invalides, yo venía concentrado en el mapa, las referencias q tenía en el celular, la dirección del departamento, el equipaje y demás variables. Una vez analizado todo levante la vista buscando alguna referencia para orientarme y si… ahí la vi… me miro… nos miramos… me gustó… una estructura metálica toda iluminada de un color anaranjado / amarillento se erguía sola, por sobre todos las casas de la zona, aun no nos conocíamos y ella ya me estaba obrando de faro. Guardé todo mapas papeles y demás y empecé a caminar atraído hacia ella, ya me había olvidado del frio, el hambre y el sueño… quería ir hacia la torre. Por suerte esa era la dirección que teníamos que tomar. Llegamos al departamento, hicimos los trámites pertinentes tiramos todas las valijas y nos fuimos derechito a verla de cerca, nunca olvidaré las imágenes que grabé en mi retina. Los días subsiguientes recorrimos Paris y Versalles con un sorprendente buen clima, ni un día nos sorprendió un bajo 0 y solo llovió un poco el 30/12, increíble para las estadísticas de la ciudad. Voy a dejar para las guías tradicionales las atracciones principales y los lugares que tienen q recorrer si o si. Acá tan solo tratare de contarles esas cosas q me generaron algo especial, algo lindo, digno de ser compartido. Visitamos infinidad de museos pero quería destacar el que para mí es el más lindo de la ciudad aunque no el más famoso, el “Musee D’orsay” una estación de tren a la vera del Sena que fue reconvertida en museo impresionista, arquitectónicamente es PRECIOSO y tiene una de las obras que más emoción me han generado la “Noche estrellada sobre el Ródano” de Vincent Van Gogh. Como si fuera poco el museo tiene en su último piso un café desde el cual se puede ver toda la ciudad a través del reloj de la estación. Dentro de la temática eclesiástica sólo se me ocurre recomendar que no dejen de ir la Saint Chappelle, una capilla cerca de Notre Dame que tiene todas las paredes recubiertas de vitrales. Es increíble como queda iluminada al pegarle el sol con todos los colores jugando entre sí. Otro lugar con mucha magia al que fuimos fue el barrio de Montmartre con su emblemática iglesia Sacre Coeur, afortunadamente una amiga me recomendó entrar por “detrás”, ir en sentido opuesto al grueso de los turistas, empezar por la estación de Lamarck en lugar de hacerlo por Anvers. La verdad fue un consejo muy acertado, nos permitió conocer el barrio con muchos menos turistas y poder sentirlo un poco más en su esencia. Mi

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