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Descubriendo Capadocia

Cuando vi por primera vez las fotos de decenas de globos volando al mismo tiempo sobre el terreno volcánico de Capadocia supe que algún día yo estaría en uno de esos globos. Capadocia es el nombre de una región en Turquía, la cual está formada por varias provincias como Kayseri y Nevsehir. Esta región es famosa por su geografía, ya que su paisaje contiene formaciones volcánicas, lo que lo hace tan atractivo y único del mundo. Después de leer varios blogs y páginas con información sobre Capadocia, el viaje fue tomando forma y finalmente en Febrero de 2016 festejamos nuestros 5 años de casados volando en globo por la Capadocia. Dado que solo teníamos 2 semanas de vacaciones y decidimos recorrer Turquía y Grecia en el mismo viaje, solamente destinamos 2 noches en Capadocia. Por tal motivo 4,45 am nos paso a buscar un taxi por nuestro hotel en Estambul para llevarnos al aeropuerto de S. Gocken (SAW) de donde salen a mayoría de los vuelos low cost. Hay que salir con tiempo al aeropuerto ya que hay mucho tráfico en Estambul y se puede demorar hasta 1 hora. Nuestro destino era la ciudad de Kayseri (ASR) que se encuentra a 1 hora de Goreme (la ciudad donde nos hospedamos) la mayoría de los hoteles ofrecen el servicio de traslado desde el aeropuerto al hotel, asi que esto es muy fácil de coordinar. Viajamos con la aerolínea Pegasus Airlines, realmente este fue el vuelo más barato que pague en mi vida 19 euros por 1 hora y media de vuelo, despachando una valija y con un snack durante el vuelo. En Goreme la mayoría de los hoteles están construidos en las formaciones rocosas por lo cual se los denomina hoteles cuevas, por este motivo el hospedaje ya es de por si una de las atracciones de Capadocia. Nuestro primer día aprovechamos para visitar el Goreme open air Museum, un museo al aire libre ubicado a 1,5km de Goreme. Allí se encuentran una serie de iglesias excavadas en la roca pertenecientes al siglo X. Es realmente impactante ver esas mesas talladas en la piedra y los murales cristianos aun preservados en el interior de las iglesias. Nuestro segundo día nos despertamos antes de que suene el despertador con el llamado a oración que se escucha en los parlantes de una mezquita que está a solo 2 cuadras. Alrededor de las 5,30 am nos pasaron a buscar por el hotel y nos llevaron hasta la agencia de la compañía de globos a tomar el desayuno. Después de desayunar nos volvimos a subir a las combis y nos dirigimos a las afueras de Goreme, solo unos minutos después de encontrarnos en la ruta ya se divisaban decenas de globos empezando a elevarse en el amanecer de Goreme. Finalmente llegamos al lugar del ascenso y todos muy emocionados vemos como terminan de inflar el globo, nos presentan al capitán conductor del nuestro y nos dan las instrucciones a tener en cuenta. Nos ubicamos en nuestro globo, y los nervios surgen cuando el globo comienza a ascender, con dudas si me causara vértigo (como sí me paso en la torre Eiffel) y no animarme a asomarme por el borde del canasto para disfrutar del paisaje. Lentamente nos alejamos del suelo y es tan tranquilo el ascenso que no se percibe la altura a la que se está y el viaje se transforma en todo un espectáculo. Ver las otras decenas de globo a los lejos, otros encima y otros por debajo nuestro, rozar las copas de los árboles, ver Goreme desde la distancia y divisar las distintas formaciones rocosas de la Capadocia es que hacen tan especial y único el paisaje. Realmente fue un sueño vivir este viaje junto a mi marido y festejar nuestros 5 años de casados regalándonos este paseo el globo. Una hora y veinte después de ascender comenzamos el descenso en otro punto distinto en el que nos subimos, ya que depende de los vientos el mejor lugar para aterrizar.  Cuando el capitán nos da las instrucciones nos ponemos en posición de aterrizaje y el canasto toca el suelo. Al descender vemos como el globo comienza a desinflarse y nos dicen que nos acerquemos a tomarnos fotos, las cuales de por cierto fueron muy divertidas. Luego nos ofrecieron champagne, jugos y frutas para festejar el final del paseo. Volvemos al hotel alrededor de las 8,30 am y 9,15 nos pasan a buscar para realizar el Green tour.  Este tour es uno de los más completos y el que más se recomienda si solo se cuenta con 1 día en Capadocia. Los otros tours se denominan blue, red y yellow, están separados en base al circuito y lugares de la zona que se recorre en los mismos. En el Green tour se recorren varios lugares de las afueras de Goreme, uno de los más interesantes es la Ciudad Subterranea de Derinkuyu. En Capadocia hay más de 30 ciudades subterráneas, pero la de Derinkuyu es la más famosa por su profundidad, varios pisos de subsuelos. Inclusive según nos contó nuestra guía, varias de las ciudades están conectadas entre sí bajo tierra, pero son tantos los túneles que aún no se han inspeccionados todos. Iniciamos el descenso a la ciudad subterránea por un ingreso lateral que se hizo en la actualidad, hay grandes habitaciones separadas, lugares de guardado, mesas talladas en las piedras y lugares para alimentar animales en los primeros niveles. Es realmente impresionante ir descendiendo por esas pequeñas escaleras, por momentos hay que agacharse bastante para poder caminar. Se cree que estas ciudades se crearon con el fin de protegerse de los enemigos y también por cuestiones climáticas de la zona. Personalmente recorrer este lugar del cual no sabía nada y ver las condiciones en que vivían hace miles de años fue una de las sorpresas más interesante que visite en este viaje. Nuestro Green tour continuo por el Monasterio de Selime, similar al Goreme open air Museum, el cual cuenta

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No lleguen a Venezia de noche

No lleguen a Venezia de noche, o sí, si les encanta sentirse en una película de terror en la que en cada esquina de la ciudad laberíntica pueden sorprenderlos todo tipo de monstruos y aparecer criaturas marinas mitológicas a devorarlos. No tendríamos que haber llegado de noche. El avión que nos llevaba desde Madrid se atrasó y lo que prometía ser un paseo por el Gran Canal admirando la belleza de “la Serenissima” al anochecer, se transformó en una escena de película clase B de terror, italiana. Desde el aeropuerto habíamos contratado una combi que nos llevó hasta un embarcadero donde ya se empezaba a sentir Venezia: góndolas, lanchas, esos pilotes coloridos y agua, mucha agua. Subimos a la lancha sin problemas pero ya notamos uno de los “temitas” con los que íbamos a tener que lidiar: Los choferes de taxis acuáticos no hablan otros idiomas. O se niegan o no saben, pero es realmente un tema. La navegación transcurrió primero por aguas bastante abiertas, con luces en la costa y a lo lejos. Oscuridad. Aguas negras. Mi compañera de viaje dentro de la lancha, sentada, yo al frente tratando de percibir todo a mi alrededor. Luego, poco a poco, empezaron a aparecer edificios iluminados. Lo que debería haber sido una grandiosa Iglesia del Siglo XVI en su esplendor se transformaba en un escenario tenebroso con largas sombras y rodeada de la negrura del agua. El maravilloso museo que tenía una silla con un paquete de cigarrillos  enorme en su puerta como promoción de una muestra parecía esa noche la casa de un gigante que iba a salir a tomar una cerveza y sentarse en esa silla. El viaje que recién comenzaba con mi ex suegra (ahora ex) de 65 años y operada el año anterior de la cadera, tenía varias condiciones impuestas por ella, quién pagaba: no caminar mucho, no museos (porque ella ya había estado en Venezia hacía muchos años y ya los había visto, decía) y por supuesto todos los traslados pagos para no cargar valijas ni una cuadra. Cuando el paseo por el canal de la eterna noche terminó en un embarcadero frente a la mismísima Piazza San Marco, vacía y hermosa hasta de noche, el chofer nos dijo en italiano que allí nos dejaba, que el hotel al que íbamos no tenía embarcadero y no se podía llegar así que íbamos a tener que caminar. El horror en la cara de mi suegra ahora si se correspondía con el mío al ver el canal de noche. Llamada mediante, tratando de ver bajo algún farol los vouchers, a los 15 minutos vino un gentil camarero que cargó nuestras valijas en un carro enorme (en los días posteriores vería cientos como ese porque pocos hoteles en Venezia tienen embarcadero) y caminamos detrás de él. La caminata de 6 o 7 cuadras no hubiera sido tan desastrosa si mi suegra no hubiera bufado a cada paso. El cansancio del vuelo desde Buenos Aires y el retraso del avión ya nos habían desmoralizado del todo y cada pequeño puente con escaleras era un suplicio y no una belleza. Al llegar al hotel resultó que no tenían habitación para nosotras por un error y alguien vino a buscarnos y nos llevó amablemente a otro hotel a una cuadra que, como muchísimos hoteles en viejas ciudades, no tenía ascensor. Cuando por fin nos instalamos en la habitación eran casi las 10 de la noche y resultaba que no había casi nada abierto para cenar en los alrededores y mi suegra se negaba a caminar en busca de algo mejor, así que siguiendo el consejo del conserje (que nos vio cara de pudientes) fuimos a un pequeño restaurant a 1 cuadra, con puentecito de por medio, obvio, en el que pagamos carísimo y me sirvieron el peor tiramisú del planeta. Dormimos. A la mañana siguiente salí a la puerta de la Casa Nicolo Priuli, nuestro hotel,  luego de una charla con Rosano, mi tocayo veneciano que nos había trasladado desde el otro hotel, y todo cobró sentido. Era un día de sol radiante, el canaletto que corría frente a la puerta era mínimo y todo era bello. Los colores estallaban frente a mis ojos, los edificios antiquísimos eran maravillosos, no lúgubres. Los dos días que siguieron hasta que abordamos el crucero que nos llevó a otra aventura fueron inolvidables, y los otros dos a la vuelta del crucero me hicieron una fanática de una de las ciudades más bellas del mundo. Si alguien me pregunta sobre Venezia no suelo contar esta parte del viaje, solo hablo maravillas, sus bellísimas e intrincadas calles, las piazzas, la arquitectura, Burano, los helados, los Bellinis, que se recorre fácil, que brilla bajo el sol, que todavía está allí el ghetto judío en el que se inspiró Shakespeare, que a la Piazza San Marco hay que ir al amanecer cuando no está repleta de turistas y más. Pero mi mejor consejo sigue siendo este. Repitan todos: No lleguen a Venezia de noche.     Tip: Muchos edificios en Venezia solo tienen una pequeña vereda alrededor y luego todo es agua, tal vez una larga caminata y muchos puentes con escaleras te lleven ahí, pero a veces no hay otra forma de llegar que no sea en lancha, taxi acuático o traghetto. El vaporetto, que es el colectivo acuático, tiene paradas y diferentes recorridos, pero no se detienen en cada esquina como el bondi, capisce.     Por @RousPolite  

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Tarde/Noche en La Habana

Los problemas habían comenzado con mi decisión de ir a caminar por las calles del centro viejo de La Habana. Era mi primer viaje a Cuba y según la Lonely Planet, la calle Obispo era un lugar de visita obligada. Realmente lo era. Así que con mi ex, una tarde de calor insoportable de Julio, guía en mano, enfilamos desde el hotel donde parábamos, el Hotel Victoria –un lugar histórico donde vivió durante muchos años Juan Ramón Jiménez, el autor de Platero y Yo- hacia el centro viejo de La Habana para recorrer la calle Obispo, con su caudal histórico y de modernidad, hoteles centenarios, como el Ambos Mundos, donde vivió Hemingway, La Floridita, creador del daikiri, doblando en una callecita La Bodeguita del Medio y otros tantos lugares que ni recuerdo. Lo que sí recuerdo es que, en una esquina, tres jovencitos que nos reconocieron por nuestro inconfundible aspecto de turistas –bermudas, zapatillas, una riñonera y cara de imbéciles, básicamente- nos metieron calle adentro y a punta de cuchillo, nos sacaron lo que teníamos, que era bastante poco: fotocopia de pasaportes, la tarjeta de mi esposa, su cédula de identidad argentina, algo de dinero y su registro de conducir. Nos habían advertido que en La Habana perder el pasaporte podía derivar en una pesadilla –las autoridades cubanas presumían que el turista lo había vendido a un cubano- y que lo ideal era dejar casi todo en la caja fuerte de la habitación. Bueno, el tema es que volvimos al hotel, le avisamos al conserje del hecho, nos facilitó el teléfono del front desk para avisar a Visa La Habana del robo de la tarjeta, donde nos pidieron una presencia personal. Visa La Habana quedaba en una oficina en el Hotel Nacional, un hermoso hotel en la zona de Miramar. Allí fuimos. Al regresar, nos esperaba un patrullero. La mentalidad policial cubana había hecho que el conserje llamara a la policía para avisar del hecho. Un policía muy cordial me preguntó que pasó. Se lo expliqué, le dije que no precisaba ni valía la pena hacer la denuncia policial por cincuenta euros, fotocopias y documentos que en Cuba no valían nada y que podía rehacer en Buenos Aires. Menos cordial, el policía nos dijo que debíamos hacer la denuncia. Insistí en que no era necesario. El insistió, ya menos cordial. Subí a la habitación a buscar algo de dinero y los pasaportes originales y al bajar, mi ex ya estaba en el patrullero. Con el poder del Estado encima, y sin otra opción, viajamos en el asiento trasero de un Lada destartalado en medio de la oscuridad, por los racionamientos de energía, hasta la comisaría de la Policía Nacional Revolucionaria, que la recuerdo lejana. La única luz en la calle eran las luces del patrullero y sus focos azul y rojo. Los asientos eran de plástico duro, como todos los asientos traseros de patrulleros, donde viajan detenidos. Llegamos a la comisaría donde nos hicieron esperar un rato en unas sillas. El lugar era deplorable. Creo que cualquier destacamento de la bonaerense era mejor. Olvidate de aire acondicionado o de otros lujos. A lo lejos se escuchaba a un policía, educado, hablando con un detenido y convenciéndolo que estar detenido era lo mejor para el porque, borracho como estaba, era un peligro para el y para el resto. Al fin, un oficial nos hizo pasar al despacho del capitán. Nos pregunta que pasó, se lo comentamos. Su interés estaba fijado en saber que había pasado con los pasaportes, le dijimos que habían quedado en la caja de seguridad del hotel y que por eso estaban en nuestro poder. Se los mostré y respiró aliviado. “¿Entonces que quieren de nosotros?” pregunta. En realidad, no queríamos nada, estábamos ahí por el llamado del conserje del hotel a la policía, pero se me ocurrió algo. “Un certificado policial del robo del registro de conducir y de los documentos”, se me ocurrió. El tipo lo pensó un segundo y se puso a tipear, en papel membretado de la PNR. “¿Tienen como volver? Taxis por aquí no hay”, pregunta. “No, no tenemos”, le respondí. El policía le ordena a otro que nos alcance a nuestro hotel y allí volvimos. Le pedimos, en el camino, que nos deje en el Hotel Nacional en lugar del Hotel Victoria. El Hotel Nacional, para quien lo ha conocido, tiene un fondo especial, con vista al malecón, sillones de rattan y almohadones mullidos, una barra de primera y grupo de música espectacular. Creo que era lo que necesitábamos en ese momento. No hubo problemas. Bajamos del patrullero en el Hotel, que tiene una entrada embajadora larga, ante la mirada de todos los curiosos presentes. Y el día policial terminó sentados en esos sillones, escuchando buena música cubana y con un mojito en mano. Luego, un auto del hotel nos llevó al nuestro. Y esa mala experiencia no nos desanimó, volvimos a Cuba en tres ocasiones más. Y el certificado de la Policía Nacional Revolucionaria, que no sirvió para nada porque rehicieron todo lo perdido sin necesidad de ese certificado, está enmarcado en la casa de mi ex.         Por @grismetalizado

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Londres vs New York – LA GRAN FINAL

Venimos haciendo #LaRevanchaQV donde Londres y New York disputan una guerra para definir cuál es la mejor ciudad del mundo. Ya se disputaron las primeras 5 categorías: [vc_row][vc_column width=»1/2″][vc_column_text]En ARQUITECTURA y MUSEOS ganó el #TeamLondon de manera cómoda. Cuál de estas ciudades tiene mejor ARQUITECTURA? Si das RT te quiero mucho. #LaRevanchaQV — QuizViajero (@quiz_viajero) November 26, 2016 Cuál de estas dos ciudades tiene mejores MUSEOS? Le darías RT a la encuesta así votan más? #LaRevanchaQV — QuizViajero (@quiz_viajero) November 26, 2016 En la categoría PARQUES Y PLAZAS fue una batalla infartante con el triunfo de #TeamLondon por apenas un par de votos. Cuál de estas 2 ciudades tiene mejores parques y plazas? Si le das RT a este tuit viajarás pronto y te voy a querer mucho #LaRevanchaQV — QuizViajero (@quiz_viajero) November 27, 2016 [/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/2″][vc_column_text]#TeamLondon venía 3-0 pero empezó la remontada del #TeamNY quien se llevó fácil las categorías LIFESTYLE Y ESPECTÁCULOS: Cuál de estas dos ciudades tiene más ONDA? RT para participar por premios y además porque te voy a querer mucho #LaRevanchaQV — QuizViajero (@quiz_viajero) November 28, 2016 Cuál de estas 2 ciudades tiene mejores ESPECTÁCULOS? RT y follow para participar por los premios y por amor ❤️ — QuizViajero (@quiz_viajero) November 29, 2016 [/vc_column_text][/vc_column][/vc_row] Terminó la etapa de CATEGORÍAS con #TeamLondon 3 – 2  #TeamNY. [vc_row css=».vc_custom_1480529770830{background-color: #13bfb1 !important;}»][vc_column][vc_column_text css=».vc_custom_1480529922460{margin-bottom: 0px !important;}»] Pero ahora viene… LA MADRE DE TODAS LAS BATALLAS La última encuesta tiene una pregunta simple y una respuesta más emocional que racional:[/vc_column_text][vc_custom_heading text=»«Cuál de las dos ciudades te gusta más o te gustaría más conocer?”» font_container=»tag:h2|text_align:left|color:%23ffffff» google_fonts=»font_family:Open%20Sans%3A300%2C300italic%2Cregular%2Citalic%2C600%2C600italic%2C700%2C700italic%2C800%2C800italic|font_style:400%20italic%3A400%3Aitalic»][vc_column_text]La encuesta durará 2 días y el Team ganador se llevará 2 puntos, por lo tanto, el que gane esta encuesta ganará #LaRevanchaQV[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]   PREMIOS Y para esta gran final hay premios hermosos.   IMPORTANTE: Para participar de los premios hay que ser seguidor de @quiz_viajero y haberle dado RT a la Encuesta final. 1- 4 NOCHES DE ESTADÍA EN LONDRES con desayuno y cena. Este premio increíble lo ofreció el gran Ale Sarco. Para quienes no lo conocen, es un Argentino viviendo en Londres y que tiene un blog de viajes espectacular y que además tiene una habitación hermosa y excelentemente ubicada para alquilar a todos los que quieran ir a Londres y que recomiendo muchísimo. Pero eso sí, el premio tiene ciertas condiciones: –SOLO SE SORTEA SI GANA #TeamLondon -Es para 2 personas, incluye desayuno y cena -Está sujeto a previa reserva y disponibilidad. Tengan en cuenta que es un alojamiento muy requerido y gran parte del año está reservado con mucha anticipación. 2- TRANSPORTE GRATIS DEL AEROPUERTO JFK A MANHATTAN La genia de NY Again Blog quien tiene el mejor blog sobre New York en español, también quiso conseguir un premio para sortear y nos dio 2 viajes GRATIS desde el Aeropuerto JFK a Manhattan de la empresa NYC Airpoter. -Este premio es PARA TODOS los que participen de la final y SIN IMPORTAR EL RESULTADO final. 3- DOS TICKETS PARA EL BIG BUS TOUR EN NEW YORK o LONDRES Y por último, el gran Javier (quien fue el primero en entregar un premio real a @quiz_viajero) vuelve a ofrecer 2 tickets para hacer uno de los tours más famosos de New York y Londres con la empresa Big Bus Tours. -En este premio participan TODOS y NO IMPORTA EL RESULTADO.   Conclusiones: A jugar, a aprender, a divertirse y a ganar. Si gana #TeamLondon, habrá desempate. Si gana #TeamNY será el campeón mundial. QV  

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Mi Sueño, Italia

Desde que tengo uso de razón, doce años, ponele, la meta de mi vida era conocer Italia. Soy del 63 (como diría Fito, «nací en el 63, con Kennedy a la cabeza») No había internet, pero los libros, siempre están.  A través de ellos, me internaba en Roma, Coliseo, Partenón, FLORENCIA , Venecia , Milán. El David , El Vaticano y La Piedad , Pisa y su torre! No pude viajar siendo joven , pero la vida nos permite oportunidades . Cuando me preguntaban «que querés hacer cuando seas grande?» Mi respuesta era «conocer Italia». Hace dos años realicé ese sueño, junto a mí marido y mi hijo, que en ese momento tenía  16 años. Cuando llegué, me sentí en casa, no era una extranjera . Me atravesaban tantas emociones. Cumplir un sueño y un deseo de tantos años, es inexplicable. Recorrimos Milán,  FLORENCIA, Venecia ( me enamoré) , Pisa, Bérgamo, Siena, Roma.   Cuando pude ver el David, de Miguel Ángel, lloré. No podía creer lo que veía. Imponente, varonil, inmenso . Me senté en un banco y me quedé admirándolo profundamente. Con lágrimas . Lo recuerdo y se me escapa un lagrimón.     La frutilla fue Nápoles. Soy de la Boca y me crié allí. Nápoles, era La Boca de mi infancia. Cada calle recorrida, era volver a vivir niñez, jugando en carnaval en los conventillos . Cada paso, cada lugar de Italia me conmovía. Que un sueño tan deseado se haga realidad y acompañada de tu familia, es inexplicable . Aún hoy , siento que debo volver . Recuerdo que cuando regrese de ese maravilloso viaje , me dije «sueño cumplido , y ahora?» Qué desdén! Entendí que AHORA , era volver y recorrerla. Costa del Adriático, por ejemplo. Italia , es la zanahoria de mi vida. En eso estoy. Planeando volver. Ojalá pueda.   Por Claudia Battaglia

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Visitando la casa de Edvard Grieg en Bergen, Noruega

Cuando era chico coleccionaba sellos postales (“estampillas”), algo que estaba de moda en esa época.  Recuerdo que un día me regalaron una con el rostro de un hombre y como título decía “NORGE-GRIEG”. Mi ignorancia me hizo pensar que se trataba de una estampilla de Grecia y que NORGE era el nombre de la persona retratada. Sólo muchos años más tarde descubrí que había un notable compositor noruego llamado Edvard Grieg (1843-1907) y me di cuenta que la estampilla era de Noruega (en noruego NORGE).   Por años disfruté de obras de Grieg como Peer Gynt, el Concierto para piano o sus canciones y tenía la sensación que su música transmitía la belleza natural de su país, con sus fiordos y las historias de trolls. Recién este año, en una visita a Bergen (Noruega) pude conocer su casa, que está junto a un fiordo. Para ello viajamos una media hora en tranvía, y luego de caminar otro tanto en medio de bosques colinas y vistas hermosas pudimos llegar. La casa, que se puede visitar, está perfectamente conservada, con su decoración de época. Pero hay además, bajando hacia el fiordo, una pequeña cabaña que era la que Grieg usaba para componer. La vista desde allí es inspiradora y uno se emociona por estar en el lugar desde donde surgieron tan bellas melodías. Grieg fue uno de los máximos exponentes del nacionalismo musical, un movimiento que quiso expresar la música folklórica, las danzas, las leyendas y el paisaje de distintos lugares de Europa, en este caso, Noruega. Para homenajear al compositor han construido un pequeño pero moderno auditorio, donde pudimos escuchar a un pianista  interpretando sus obras. Me fui de la casa de Grieg consciente de que es esa combinación de paisajes e historias la que me emociona profundamente, más de cien años después de haber sido creada en ese lugar.   Por Jorge Mandelbaum    

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Un viaje al interior a través del Camino Dos Faros

Mi infancia estuvo colmada de relatos de tierras y lugares legendarios. Mi abuela se encargó de enseñarme con amor, cada tarde, un pedacito de su historia en su Galicia amada. Y el Camino Dos Faros nos iluminó en las siestas en las que no me podía dormir porque quería que me siguiera contando esos recuerdos fantásticos…   Corría el año 2000 y con 15 años recién cumplidos comenzaba a tomar forma el sueño de mi vida: viajar con mi abuela, ese ser maravilloso que hizo que mi infancia fuese la más feliz del mundo, a conocer los lugares que con un nivel de detalle me describía cada tarde en la que dormir la siesta era una excusa para que me cuente todo de su amada Tella -el pueblito gallego en el que había nacido y al que siempre añoraba con volver- y esos sitios hermosos entre montañas y mar que me resultaban tesoros imaginarios. El destino, caprichoso, me la arrancó poco antes y sentí que el mundo se caía. Sin embargo, los años pasaron y con la madurez llegó la idea de emprender ese viaje de vuelta a los recuerdos, a mis raíces, a mi esencia que me hacía tanta falta. Como si la posibilidad de encontrarme con esos lugares que mi corazón conocía, me permitiesen hacer el camino que juntas habíamos soñado. Y doce años más tarde de lo planeado, me llegó la chance, en mi primer viaje trasatlántico, de conocer esos lugares legendarios que sentía tan míos. Continuos dejavues y sensaciones de ya haberlo visto me atravesaron. Los minutos previos al aterrizaje fueron más que eternos para mí. Los recuerdos me inundaban, la expectativa me llevaba el corazón a dos mil. Mil sensaciones encontradas. Y nervios. Y ansiedad. Mi familia gallega, tíos, primos, me abrieron las puertas de sus casas y sus corazones de par en par. Así llegamos a la Coruña y ya una tía me esperaba para dormir en su casa por la noche y pasar una de las veladas más divertidas de mi vida. Después de décadas, volví a probar comidas que no me gustaban como un gesto de amor y gratitud, y esa noche dormí con la paz de sentir que estaba en el lugar donde más quería estar.   Me llevó al primero de los Faros del Camino, ícono gallego, la Torre de Hércules, que se erigía ante nosotros dándome la bienvenida en pleno atardecer dorado. La Torre de Hércules es el faro romano más antiguo del mundo y que aún sigue en funcionamiento. La mañana siguiente, emprendimos el camino montañoso, lleno de paisajes preciosos y en cada curva resonaba la voz de mi abuela.   Antes de llegar al pueblo, bajamos en la playa de arenas blancas que tanto ella me recordaba cada vez que me nombraba el mar «teníamos las playas más blancas y frías del mundo». Y yo, me las imaginaba de nieve.   Otra tía me recibió en su casa por algunas noches y toda la familia me fue pasando a buscar para conocer los lugares que ya estaban grabados a fuego en mi memoria incluso antes de conocerlos. Sin embargo, mi primo José Manuel fue el responsable de llevarme a hacer ese viaje al interior de los recuerdos que venían más vívidos con cada kilómetro recorrido. Juntos atravesamos la Costa da Morte, recorrimos el Camino dos Faros, comenzando por el Faro de Laxe, con una vista maravillosa a una bahía azul de ensueño. El Faro es muy sencillo y es una réplica exacta de otro, el Faro Roncudo, que pertenece a Corme, cuyo entorno de piedras y rocas es totalmente opuesto.  Más tarde, llegaríamos al Faro de Punta da Barca en Muxía. Situado en un entorno increíble, junto al Santuario de la Virgen de la Barca, en uno de los puntos más hermosos e impactantes de todo el recorrido. El atardecer nos regaló su color dorado en las flores silvestres amarillas y la recordé tanto más porque en ese sitio hay una piedra que, según la leyenda, si se pasa nueve veces por debajo, se curan todas las enfermedades de espalda y riñones. Siempre me decía «lo primero que tenemos que hacer, es ir a pasar por la piedra de Os Cadrís».   El paso por el Faro de Punta Nariga creo, fue el más impresionante. El Faro en sí, es el más trabajado de todos, y el que ofrece las mejores vistas. Ubicado en lo alto del Monte Nariga, pertenece al Concello de Malpica. Es el más moderno de todos y fue construido en los años 90. Desde arriba, uno tiene la sensación de encontrarse sobre un barco atracado entre las rocas; y una curiosa pero hermosísima escultura corona la estructura. Es llamada «El Atlante». Finalmente, llegamos al punto más remoto de Galicia: Finisterre. El lugar donde todo termina. Donde termina la tierra para dar paso al mar que ruge con potencia y desafía la fortaleza de los marinos. El lugar en el que los peregrinos de Santiago queman sus ropas como último gesto hacia el Santo. El lugar que alberga el último faro del maravilloso Camino. Hoy en día se sabe que no es el lugar más occidental de Galicia, pero la tradición lo ha convertido en el final del Camino.   Apenas llegamos y nos asomamos al acantilado, sentí una fuerza en el pecho que el corazón se me salía. Mezclado con una paz que nunca había sentido. Y ahí José Manuel, mi Virgilio en esos días, me dijo: «no me creerías si te dijera que nunca vi el mar tan calmo, nunca vi en mi vida un día como éste.» Me llevó a un pequeño refugio de madera donde había un bar de no más de tres por tres, con una hermosa ventana al océano. Me compró una coca y me dijo: «siéntate ahí», señalando un banquito de madera junto a la ventana. Cuando vino, se sentó en frente mío y respirando hondo soltó: «en este exacto sitio estuvo sentada hace unos 15 años tu abuela.

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Londres vs New York – La Revancha

Londres vs New York Una de las primeras cosas que hice en @quiz_viajero fue el llamado #MundialViajero. Fue un juego en que había que elegir mediante encuestas cuál era la ciudad más linda del mundo entre 32 ciudades (sin incluir Buenos Aires). A la final llegaron Londres y New York y se armó una batalla total. Fue una guerra de dos bandos, dos hinchadas fanáticas que impulsaron, argumentaron y lucharon para que su preferida sera la ganadora. La encuesta duró 2 días, nunca se sacaron más de 2 puntos de diferencia. 18 veces cambió el puntero. Pero finalmente ganó New York y se consagró en la ciudad más linda del mundo. LA FINAL: Qué ciudad te gustó más o elegirías para ir mañana? Si hacés RT participás por 2 tickets @bigbustours (real). #QuizViajero — QuizViajero (@quiz_viajero) October 26, 2016 Votaron 7607 personas. Retuitearon 1834. New York ganó por solo 18 votos. El #TeamLondon quedó muy caliente y pidió revancha. Propuse hacer La Revancha pero había el #TeamNY debía aceptarla. Lo consulté con la jefa de su barra brava @floxie10 y dispuso que cuando @quiz_viajero llegara a los 2000 seguidores en twitter aceptaba La Revancha. Ese momento LLEGÓ. La Revancha La Revancha será en 6 etapas, habrá más producción y más y mejor contenido. Primero habrá 5 batallas por categorías:   ARQUITECTURA ¿Cuál de las dos ciudades es más linda arquitectónicamente hablando?   MUSEOS ¿Cuál de las dos ciudades tiene mejores museos?   PARQUES ¿Cuál de las dos ciudades tiene mejores parques?   LIFESTYLE ¿Cuál de las dos ciudades tiene más onda?   ENTRETENIMIENTO ¿Cuál de las dos ciudades tiene mejores espectáculos de cualquier tipo?   Cada una de estas categorías será una votación mediante encuesta, tendrá 1 día de duración y tendrá el valor de 1 punto por cada una para la ciudad ganadora.   Y luego vendrá la madre de TODAS las batallas. ¿Cuál de estas dos ciudades es la mejor? Esta última encuesta durará 2 días y tendrá el valor de 2 puntos para la ciudad ganadora. Al final del juego ganará el Team que más puntos haya acumulado. Si gana el #TeamLondon no quedará más remedio que hacer un desempate más adelante. Si vuelve a ganar #TeamNY no quedarán dudas que New York es la mejor ciudad del mundo. Premios 4 noches de alojamiento gratis en Londres para 2 personas en Alojamientos en Londres de Alojamiento En Londres, 2 viajes desde JFK a Manhattan gentileza de la empresa NYC Aiporter. ¿Quiénes pueden participar? TODOS. Solo hay que tener una cuenta de Twitter.   ¿Qué más? Vamos a aprender más sobre estas increíbles dos ciudades y nos vamos a divertir mucho.   ARE YOU READY????? #LaRevanchaQV    

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Los esteros del Iberá: línea directa con la naturaleza

Los Esteros del Iberá son un conjunto de lagos, lagunas, canales, bañados, pantanos y embalsados. La reserva natural ocupa una superficie de 1.300.000 hectáreas y está situada en la provincia de Corrientes. Las propuestas turísticas se han desarrollado en la Colonia Carlos Pellegrini, que se encuentra dentro de la reserva natural del Iberá, a 120 kilómetros de la ciudad de Mercedes. En la colonia viven alrededor de mil personas. Hasta 1983, la mayoría de los habitantes se dedicaban a la caza de animales y al comercio de pieles. En 1983 se creó la reserva natural Iberá y se prohibió la caza. Desde entonces, los pobladores se volcaron a actividades relacionadas con el turismo.   “A los 30 días de la publicación de este decreto todos los empleados civiles y militares, incluso los jefes, los oficiales de milicia, los seculares y eclesiásticos que por cualquier título gocen de sueldo, pensión o asignación del tesoro público, traerán un distintivo de color punzó, colocado visiblemente en el lado izquierdo sobre el pecho.” Maximiliano, guía de la excursión y conductor de la lancha, nos cuenta que el ave Amblyramphus holosericeus es conocida como el Federal porque el colorado intenso de las plumas que cubren su cabeza y su pecho recuerda a la divisa rojo punzó, cuyo uso fue instaurado por aquel decreto de 1832 firmado por Juan Manuel de Rosas. También nos explica que la Garza Toro recibe ese nombre porque emite un chillido más de toro que de ave. Mientras le sacamos fotos a un ejemplar que está casi pegado a la lancha, Maxi nos dice que el Yacaré crece lento, vive mucho y que, a diferencia de los carpinchos, suele andar solo. Nos sorprende escuchar que toda esa masa de agua que nos rodea no recibe afluencia de ningún río, sino que se mantiene y aumenta de volumen a fuerza de lluvias.     Los Esteros del Iberá son un conjunto de lagos, lagunas, canales, bañados, pantanos y embalsados. La reserva natural ocupa una superficie de 1.300.000 hectáreas y está situada en la provincia de Corrientes. Las propuestas turísticas se han desarrollado en la Colonia Carlos Pellegrini, que se encuentra dentro de la reserva natural del Iberá, a 120 kilómetros de la ciudad de Mercedes. En la colonia viven alrededor de mil personas. Hasta 1983, la mayoría de los habitantes se dedicaban a la caza de animales y al comercio de pieles. En 1983 se creó la reserva natural Iberá y se prohibió la caza. Desde entonces, los pobladores se volcaron a actividades relacionadas con el turismo. Curiosamente, los primeros guardaparques eran excazadores, que fueron designados por su vasto conocimiento geográfico del lugar, de la flora y de la fauna y de los trucos de cazadores y pescadores. “De ladrones a policías”, nos dice Bruno, uno de los primeros guardaparques, ya retirado, que ahora nos guía en una cabalgata, mientras tenemos que levantar los pies porque los caballos hunden sus patas en un bañado. Celina -mi amada concubina- y yo, fuimos en micro desde Retiro a Mercedes, y en combi desde Mercedes hasta Carlos Pellegrini. De los 120 kilómetros de este último tramo, 80 son de ripio. En la colonia, hay varias hosterías y posadas. Nosotros contratamos el alojamiento, con pensión completa para tres días y tres noches, y cuatro excursiones. La mayoría de las hosterías ofrecen este tipo de paquetes y, si se busca un poco, se consiguen precios más que razonables. A orillas de la laguna Iberá está el camping municipal, que es muy bonito y que está muy cuidado, donde se emplaza el muelle. Las excursiones incluyen caminatas diurnas y nocturnas, paseos en lancha y cabalgatas. Según nos han dicho, Carlos Pellegrini recibe mucha gente en vacaciones de invierno y los fines de semana largos. Si tienen la posibilidad de pedir un algún día en el trabajo y alargar un fin de semana estándar van a recibir atención casi exclusiva en las posadas y en las excursiones. La mayoría de las posadas tienen pileta, lo cual ayuda a mitigar el calor si van en verano. Durante las épocas de altas temperaturas, las excursiones se programan lejos del mediodía. Como imaginarán, el protector solar y el repelente de mosquitos no pueden faltar (aunque había muchísimos menos mosquitos de los que habíamos imaginado). En el pueblo se corta la luz con cierta frecuencia. Si bien existe un generador que alimenta a toda la colonia en esas ocasiones, más de una vez hay baches energéticos. Si uno va dispuesto a desconectarse, no necesariamente es un problema. Iberá significa “aguas brillantes” en guaraní y, en palabras de Celi, es como una unidad del manual Santillana de Ciencias Naturales en la vida real. Algunas recomendaciones: Si van en micro, recordar que el viaje siempre se hace más corto de noche. Procurar que no quede mucho tiempo muerto entre la llegada a Mercedes y la salida desde allí hacia Carlos Pellegrini. En este punto, hay dos opciones: una combi (más económica) o una 4 x 4 (más cara). En las hosterías de los Esteros recibirán información más precisa acerca de estos servicios de la que aparece en internet. Si van en auto y son medio “franelitas”, recordar el tramo de ripio. Si van en avión, no sé qué decirles. Es una buena idea hacer alguna de las excursiones en lancha a la tardecita y ver la puesta del sol en la laguna. O levantarse temprano para disfrutar del amanecer. Esto último no está chequeado. ¡Sacar muchas fotos! Es un lugar ideal para los que gustan de la fotografía. Por @echipaulenas  

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Relatos de un #CorresponsalQV en Nueva York

Todo comenzó algún tiempo atrás y no, no fue en la Isla del Sol, pero sí ciertos caminos se cruzaron de casualidad. Por un lado, me surgió la invitación de hacer un viaje con mi viejo después de muchos años a la ciudad de Nueva York, y por otro, viendo cómo podía sacarle más jugo a twitter empecé a indagar en la que creo que es mi mayor pasión, recorrer el mundo o como aprendí hace poco que se dice “wanderlust”. Los inicios Fui siguiendo a muchas “eminencias” regionales en el tema viajes y la verdad me entretuve, entraba un poco más seguido a la red del pajarito pero no había hecho el “click” aún, un día veo q una de esas eminencias habla de #TeamLondon y arroba a un tal @quiz_viajero, me pico la curiosidad y entre a ver… para mi sorpresa había una batalla campal de dimensiones épicas entre un grupo de fervientes amantes de Londres y defensores acérrimos de la Gran Manzana. En ese instante tome una decisión crucial, ¡ir a la cocina y buscar pochoclo… era una pelea digna de verse! Con el paso de los días fui entrando más seguido Twitter y a mirar con detenimiento q pasaba alrededor de esta misteriosa cuenta, me preguntaba si harían quiz de lugares de viajes o de q hablarían, grata fue mi sorpresa cuando empecé a ver gente charlando de entre sí de lugares del mundo, mandando fotos, tirando destinos a los cuales viajar y hablando pavadas de tanto en tanto también… me sentí en mi salsa, desde ese entonces trate de tomar un rol mucho más activo y trate de aportar a esta comunidad. Cuando se acercaba la fecha de mi viaje a NY repasé el itinerario q tenia armado y pensé en aprovechar este grupo para pedir tips ayudas consejos de esos pequeños lugares q no salen en las guías, esas cosas q si nadie te dijo “anda q está buenísimo” no te metes ni por asomo. Así que tire un centro y todo el #TeamNewYork salió a mi ayuda, fuera de los consejos clásicos que uno esperaba encontrar aparecieron algunos increíbles como el 65th floor en el Rockefeller Center, la Low Line, Five Guys, Smosgasburg y demás. Después de tantas idas y vueltas me llego un mensaje del mismísimo @quiz_viajero invitándome a ser el #corresponsalQV y compartir mi viaje con la comunidad, era un desafío grande, documentar un viaje con poca experiencia previa y con un compañero de viaje perteneciente a una generación de “larga el telefonito” pese a q él también viva con el chupete electrónico encima. Luego de procesarlo un poco, decidí que esa oferta tan copada no la podía dejar pasar y la acepté. Al día siguiente, me llego la “credencial” y todo empezaría a tomar color, el pueblo pedía a gritos asignarme trabajo (no podemos ver a alguien vacacionar tranquilo, jejeje) y con @Soleax me instaron a ir a documentar “Los Baños del Plaza” … imaginaran q me llamó la atención el pedido, pero decidí hacerme cargo y meter el desafío dentro de mi itinerario.   Durante el viaje Ya en el viaje compartí con esta comunidad todo lo que me fue posible dentro de las limitantes de mi teléfono y la señal de internet de At&t (empresa que no recomiendo), el primer día fui a disfrutar de Harlem y sus calles amplias y luminosas (durante el día), los parques del upper west side, Tom’s Restaurant y la totalidad del Central Park.   Al segundo día fui a hacer unas comprillas al Woodbury y ya la comunidad bramaba porque no había fotos del Baño del Plaza, ahí me di cuenta que era más serio de lo que esperaba y tuve que fijar delivery date, el jueves a más tardar iría al dichoso recinto. Luego de las compras y demás, ya con el vehículo devuelto, decidimos ir con mi viejo al ESB ya que él lo tenía pendiente de nuestro viaje previo (1992) donde habíamos subido a las gemelas, pero no a la torre de King Kong. Subimos, disfrutamos de la vista nocturna, la fresca y el viento cruzado. Una vez terminado el avistamiento se nos ocurrió ir a Time Square a ver como se estaban viviendo las Históricas(?) elecciones, nos encontramos con un lugar lleno de personas q miraban sorprendidas las pantallas en la que le daban más electores al muchacho del muro que a la señora de los correos, fue impactante ver las caras largas, los gestos de desilusión y preocupación por parte de los lugareños. Ya sin energías decidimos volver a nuestro hotel y descansar un poco.   Ese miércoles, el Barba decidió agregarle al paisaje un techo gris y algunas gotas esporádicas, empezamos a replanificar la jornada… y decidimos hacer los tours a pie gratuitos que salen del Bowling Green, al igual que el año pasado, me toco el mismo guía, Alex, un crack, paseamos esquivando la lluvia, refresque lo aprendido y mi viejo se llevó un pantallazo bastante completo del DownTown por la mañana y a la tarde hicimos el tour que sale de la Grand Central Terminal y termina frente a la Catedral de San Patricio, EXCELENTE y MUY RECOMENDABLE, el día se cerró visitando el Mítico Madison Square Garden viendo a los NY Knicks vs los BK Nets. Llego el jueves, día de cumplir con lo prometido, la jornada se presentó fresca pero soleada, nos fuimos a hacer lo que faltaba de Central Park (o al menos una parte q faltaba ya q ese lugar nunca se termina de recorrer)  y de ahí ir al 765 de la 5ta y 59. Ya en la destino el #corresponsalQV se puso en campaña, entro como buen hijo de vecino, cámara al hombro y avanzo pensando q encontraría la recepción como si nada, pero no, cuando uno entra lo hace a un salón increíblemente decorado y el camino te lleva al restaurant de planta baja del hotel, entre di una pequeña vuelta y no encontraba el baño…

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Viajar con mi papá

«Viajar con mi papá» Por QuizViajero   A mi papá le encanta el arte, la música clásica, la historia, recorrer museos y viajar. Cuando era pequeño me llevaba a toda clase de museos, acá en Buenos Aires. También cuando recorríamos el interior del país y alguna vez que me pudo llevar a Europa y a Estados Unidos. Tengo el recuerdo de haber pasado un día entero adentro del Louvre con 13 años. No recuerdo nada del museo, solo recuerdo que fue el día más aburrido de mi vida. No es que mi papá no le pusiera onda. Él trataba de explicarme, era didáctico, se preocupaba y deseaba que yo aprendiera y me interese por el tema. Pero la verdad? no me importaba nada. Quería salir de todos los museos y pasear por otros lugares. Pasó el tiempo y me fui haciendo grande y dejé de vacacionar con mis padres. Me fueron cambiando los gustos, los intereses, empecé a valorar el arte y otras cosas que de chico no importaban nada. También empecé a viajar por el mundo. Y no es que me hice fanático del arte, para nada, pero entraba a los museos que «había» que entrar. Algunas cosas me gustaban, otras seguía de largo y otros las miraba porque eran obras famosas que había que mirarlas. Pero una sensación empezó a recorrer mi cuerpo: por qué había ido a museos con mi padre cuando no me interesaba y no podía ir ahora que ya era grande y valoro las cosas mucho más? No sólo me dio esa sensación con los museos, sino con las ciudades enteras y la historia. Me parecía como que algo estaba mal, como que los tiempos en la vida y los viajes no se ajustaban a las necesidades o lo natural. Entonces un día, ya con más de 35 años, lo encaré a mi papá y le dije que quería que nos fuéramos de nuevo de viaje. Como hacía casi 20 años atrás. Un reencuentro, pero muy distintos. El problema es que mi papá me dijo que no. Que no correspondía. Que ahora en la vida lo correcto era él viajar con su esposa (mi mamá) y yo con mi familia. Lo acepté resignado…pero no tanto. Desde ese momento, al menos una vez al mes, le quemaba la cabeza diciéndole que nos teníamos que ir de viaje juntos. Aplicaba golpes bajos del estilo «sueño con recorrer museos junto a vos y que me expliques cada una de las obras»; o «mi mayor deseo en la vida es pasar 4 días con vos adentro del Louvre y poder ver cada uno de los 2 millones de cuadros». Pero no funcionó. Y me rendí. Pero cuando me rendí y ya la idea se me había ido de la mente, un día mi papá me propuso irnos juntos de viaje. WIIIIIII!!!! Cuál es la ciudad del mundo con más museos por metro cuadrado? Washington DC. hacia allí enfilamos. No todo fue museo, caminamos mucho, tomamos café en lugares muy bellos, hablamos de la vida, del pasado, del futuro, de historia. Intercambiamos pensamientos, tuvimos charlas que no habíamos tenido nunca antes. Me enseñó mucho sobre sus gustos, yo le enseñé los míos. Fueron días inolvidables. Los museos eran solo una excusa. Si tienen la suerte de tener a sus padres vivos y tienen la posibilidad de viajar con ellos, pocas cosas recomiendo más que hacer un reencuentro viajero con ellos. A donde sea, el tiempo que sea. Aunque sea un día. La vida estará más completa. QV

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Recuerdos de la inolvidable Florencia

No sé si por esa idea loca o por lo que me preparé para ese momento del viaje, o de tanto mirar guías, mapas y reseñas,  y de las veces que me imaginé como sería llegar a Florencia, que cuando me bajé del tren procedente de Venecia,  sabía perfectamente para que lado tenía que caminar, desde la estación de Santa María Novella, para encontrar el hotel que habíamos contratado. Cuando abro el baúl de los recuerdos no estoy describiendo un hecho metafórico. Tengo, en efecto, un baúl reciclado que perteneció amitía abuela Luisa, y con el que ella se embarcó dejando su casa en Pordenone y su Italia en guerra. El baúl es un recuerdo en sí mismo.  Y nada más adecuado para guardar fotos y papeles de viajes. Imágenes impresas que hoy son pequeños activadores de memoria, sobre todo de la mía. Fue buscando un mapa para prestarle a un amigo, cuando reapareció ante mí, una foto que me tomaron en la Iglesia de Santa María deiFiori, en Florencia. Reconocí esa mirada de asombro y me di cuenta de que lo que sentí cuando llegué a esa ciudad, seguía intacto en mi memoria. Los colores, los sonidos, los olores, todo seguía ahí.  Solo había que activarlo. Llevaba años de leer novelas,biografías, relatos de viajes y libros de historia relacionados con Florencia, el Renacimiento y el arte. Una ciudad y una época que me fascinaron desde la adolescencia, porque creía que en una vida pasada, había vivido allí y que había sido sin dudas en ese siglo. Y hasta aprendí italiano para poder hablar la lengua de mis mayores. No sé si por esa idea loca o por lo que me preparé para ese momento del viaje, o de tanto mirar guías, mapas y reseñas,  y de las veces que me imaginé como sería llegar a Florencia, que cuando me bajé del tren procedente de Venecia,  sabía perfectamente para que lado tenía que caminar, desde la estación de Santa María Novella, para encontrar el hotel que habíamos contratado. Y la ciudad toda me resultó de lo más familiar. Tal vez no todos coincidan en que sea  “la” ciudad italiana, pero como sobre gustos no hay nada escrito,  yo la declaro como mi ciudad preferida. Será tal vez porque fue la cuna de grandes artistas, y porque la idea del mecenazgo de los Medici y toda la historia de esa familia siempre me atrajo. Llena de iglesias y de museos.  Se respira arte y cultura por todos lados. Y shhhh….Entre nos, y en voz bajapara no se ofendan el resto de los italianos, les voy a decir que los florentinos me parecieron de lo más cultos, educados, y a los que mejor les entendí el idioma. Y ahí estaba yo, saliendo de la estación de Santa María Novella.  Y enfrente y cruzando una plazoleta,  está justamente la Basílica del mismo nombre.  En esa manzana hay una placita muy linda, con cafés, y también está la perfumería de Santa María Novella.  Una fábrica antiquísima de jabones y perfumes. Vale la pena entrar y recorrerla y en la tienda, se pueden comprar jaboncitos, fragancias y otros recuerdos para regalar y regalarse. Siguiendo la calle Vía de Cerretani, a unos metros,  enseguida aparece a la vista el mármol del edificio del Baptisterio.  Del mismo vale la pena dedicarle una mirada a las puertas, hermosas obras en bajorrelieves de pasajes bíblicos y cristianos.  Sobre todo la puerta norte, o del Paraíso, de L. Ghiberti.   Las originales actualmente están expuestas en el museo de la Opera del Duomo, a partir de su restauración por los daños del aluvión de noviembre de 1966.  Y también al trabajo de mosaiquismo de la bóveda. La catedral de Santa María dei Fiore, es un imponente edificio, con un frente en mármol que tiene un trabajo casi de orfebrería en blancos, verdes y rosados,  en sus  arcadas y columnas. Volviendo a esa foto que encontré, y al momento que me remitió,  me recuerdo boquiabierta bajo el duomo de Brunelleschi, admirando no solo los frescos de la cúpula, sino las dimensiones de la obra. Medidas expresadas en metros que solo había leído en textos y que ahora se tomaban forma. Y recuerdo también el incesante murmullo de la marea de gente que recorría el lugar, y de a ratos una voz de parlante que repetía en varios idiomas, que se hiciese silencio, que era un lugar de oración y debía respetarse. Observaba a los turistas tomar fotos y me preguntaba si todos conocían, además de la importancia arquitectónica y artística que referencian las guías de turismo, toda la historia de la que esas paredes y columnas, habían sido testigos. Mi imaginación saltaba sin cronología exacta, entre el Quattrocento y Cinquecento. De unsiniestro Savonarola exacerbado que condenaba desde el púlpito, obras de arte y escritos a la hoguera, a un Brunelleschi observando el avance de su obra, pasando por misas donde asistían las familias más poderosas, como los Medici o los Pazzi, y mentes talentosas y eruditas como Miguel Ángel, Leonardo, Botticelli, o hasta el intrigante Maquiavelo, sin olvidar, por supuesto la conspiración y el atentado a Lorenzo de Medici que se materializó allí mismo. El campanario de Giotto, a un costado, nos recordaría su presencia con exactitud de minutos durante toda la estadía, dado lo cercano que estaba nuestro hotel. Fueron pocos días, lamentablemente, para lo que yo hubiese querido, estar en Florencia, pero traté de impregnarme de todos los recuerdos y detalles que pude.  Para el resto estaba la cámara de fotos. La Piazza della Signoria, y bellas esculturas en la Loggia y la plaza, entre ellas una réplica del David de Miguel Ángel. El Palazzo Vecchio y  la Galería de los Uffizzi, con todas las obras que guardan.  Y ahí fuimos, a los Uffizzi, porque aunque sea una vez en la vida hay que pararse a admirar por ejemplo, el Nacimiento de Venus, o La Primavera, de Botticelli o el Tondo Doni de Miguel Ángel,y sin acercarse demasiado, para

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Haciendo el Tour al Palacio Barolo

El Palacio Barolo es la típica joya arquitectónica que los porteños damos por sentada. Nos falta apreciación por nuestra ciudad, que tantas cosas tiene para ofrecer. Qué lindo es ser parte de una comunidad que te da sorpresas… cuando le di RT al post del sorteo del Palacio Barolo pensé “qué interesante”, pero ni siquiera pensé “ojalá lo gane”, porque nunca se me da. Tan desacostumbrada estoy a ganar cosas que cuando me llegó la mención de QV al celular informando que había ganado, mi primera reacción fue pensar“¡Qué bueno, ahora Twitter informa automáticamente a todos los participantes de un sorteo los resultados finales!” ¡CUALQUIERA! En fin, realmente una sorpresa. Así fue como me encontré el miércoles 16 de noviembre en Avenida de Mayo 1370, dispuesta a ser la primera ganadora de Quiz Viajero en hacer efectivo un premio. ¡Un honor! Voy a ser honesta… hasta el año pasado no sabía que el Palacio Barolo existía, y me enteré de la forma más rebuscada: siguiendo una cuenta de Instagram de un alemán que de casualidad viajó a Buenos Aires y posteó su visita al Barolo; de ahí me quedaron las ganas de conocerlo. El Palacio Barolo es la típica joya arquitectónica que los porteños damos por sentada. Nos falta apreciación por nuestra ciudad, que tantas cosas tiene para ofrecer. En fin… vayamos a lo importante: La visita El Palacio Barolo es un edificio de la década del veinte, que fue ideado por Luis Barolo y diseñado por el arquitecto Mario Palanti, ambos inmigrantes italianos. Por alguna razón, Barolo tenía una obsesión con “La Divina Comedia” de Dante y con la idea de traer las cenizas del autor para guardarlas en el edificio, pero a la vez le buscó el lado rentable y decidió utilizarlo para alquilar oficinas. Barolo y Palanti no solo compartían la apreciación por la obra de Dante, sino que también eran masones y el edificio está lleno de símbolos de esta logia. Por ejemplo, en los ascensores de la planta baja se puede ver la escuadra y el compás en la A de ascensor, y una flor de Lis en la punta de la aguja que marca los pisos. En los pisos superiores, se repiten números y formas que representan a la masonería. Fue el edificio más alto de su época, con exactamente 100 metros de altura y cuenta con veintidós pisos, dos pisos en el subsuelo y una cúpula con un faro giratorio. El arquitecto lo dividió en tres partes que representaban “La Divina Comedia”: infierno (sótano y primer piso), purgatorio, y cielo. La visita comenzó mostrándonos la planta baja con sus nueve naves, pisos de mármol con los colores de la bandera italiana y esculturas de dragones en las columnas; luego subimos al cuarto piso, donde el guía nos contó más acerca de la arquitectura y cómo se componía el “Purgatorio” que ocupaba desde el tercer piso hasta el veintidós, donde llegás al cielo y ¡te convertís en ángel! Hacia allí seguimos la visita, subiendo hasta el piso catorce por el ascensor y luego juntando coraje y subiendo por las escaleras hasta el piso veinte, donde se encuentra el mirador. Una particularidad de las escaleras es que son muy pero muy angostas, si bien hay un ascensor que va del piso catorce al veinte, es muy pequeño y solo usado por las oficinas. Desde el piso veinte se tiene una vista 360° de toda la Ciudad de Buenos Aires. La noche estaba linda, aunque algo nublada, y pudimos ver el Congreso (una lástima que la cúpula no estaba iluminada), el Obelisco y también el edificio del Ministerio de Obras Públicas, con la figura de Evita bien visible. Vale aclarar que de noche no pude reconocer mucho más, pero en la entrada te dan un folleto marcando las muchas más cosas que se pueden ver de día: El Parque de la Ciudad, Tribunales, el Edificio Kavannagh y la Casa Rosada, entre otros espacios reconocibles. Una vez que todos sacamos unas cuantas fotos y descansamos, el guía nos separó en dos grupos y subimos dos pisos más al faro. ¡Acá sí que las escaleras eran para deporte aventura! Súper angostas, con techos bajos y paredes que sobresalían y hacían aún más difícil la subida, pero en fin… llegamos al faro. El espacio es todo de vidrio y hay unos almohadones para sentarse mientras el guía cuenta un poco la historia. El faro fue pensado para que su haz de luz llegara hasta Montevideo, y por la potencia original podría haber sucedido, pero el arquitecto no tuvo en cuenta la curvatura de la tierra, por lo que la luz nunca llegó hasta Uruguay. Además, la potencia original de 300.000 bujías tuvo que ser bajada porque la luz confundía a los barcos que llegaban al puerto. El faro quedó fuera de uso hasta que se lo volvió a prender para los festejos del Bicentenario del Primer Gobierno Patrio en 2010. Para finalizar el tour bajamos hasta el séptimo piso, donde Palacio Barolo Tours tiene sus oficinas, y nos mostraron cómo era una oficina típica de los años veinte. Cerramos la visita con una copa de vino y una pareja que bailó tango para el deleite de los turistas alemanes y brasileros que estaban en nuestro grupo. En resumen, porque me emocioné un poco escribiendo y esto se extendió bastante, fue una salida muy interesante, diferente y a través de la cual pudimos conocer una joya de la ciudad que es mucho más interesante que una fachada bonita. Muchas gracias Quiz Viajero y Palacio Barolo Tours por la invitación.   Por Flor, @_flory__     Nota de QV Muchísimas gracias Flor por tu onda, por tu texto, las fotos y por ser la primera persona de la HISTORIA que hace uso de un premio de Quiz Viajero. Ojalá seas la primera de miles y por qué no, cientos de miles. Milllones de gracias a la gente que organiza los tours del Palacio Barolo por ceder entradas al increíble visita. Para saber

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Barcelona. Contrastes de una ciudad increíble

Llegando en colectivo desde Madrid, llegamos a Barcelona por primera vez y nos sorprendimos por la diversidad y los contraste de una ciudad increíble que nos enamoró El viaje en colectivo desde Madrid a Barcelona se va adornando poco a poco con un relieve cada vez más marcado, mas seco, pero que no pierde su esplendor. La zona tiene un gran parecido a la transición entre Santiago del Estero y Córdoba, volviendo del norte de nuestro país. A lo largo del recorrido pueden verse caminos que se abren llevando tanto a pueblos pequeños como a ciudades grandes. Ya más cerca de la ciudad destino, comienzan a aparecer edificaciones y empieza a notarse que nos encontramos en el exterior de una urbe de gran tamaño, pero lo más importante, es que ya se presiente la magia. Entramos en una ruta mucho más urbanizada, y vamos ingresando mientras subimos, a la espléndida Barcelona. Nuestra llegada fue por Montjuic, por lo que luego de pasar por el estadio olímpico utilizado en los Juegos del 92’, el Ómnibus ingresó en un camino estrecho que comenzó su bajada, finalmente dejando al descubierto detrás de los árboles la vista de una ciudad maravillosa. Desde un mirador puede vislumbrarse cada rincón como en una postal, y aunque parece inmensa, al caminarla nos dimos cuenta de que no es tan grande como parece. Llegar finalmente al hotel en las ramblas pasando por la estatua de Colón y bordeando el Mediterráneo se siente como un sueño. Bajamos del transporte al lado de la costa, y caminamos rambla arriba tres cuadras hasta el hotel. Las flores de los puestos con techos de árboles, y la gente saliendo a caminar en el atardecer de la ciudad, con frió por el fin de febrero, pero buscando conocer cada rincón de la ciudad. Me tomé mi primer subte europeo la primera noche, y con un gran grupo nos dirigimos directo al shopping de Plaza de Toros. Un lugar increíble, por su fachada y por la forma de su interior, con una vista en su último piso desde donde, devuelta, puede verse toda la ciudad que, con los focos prendidos y a la luz de la luna, parece ser un cielo estrellado en la tierra. Se ve, adorado por dos grandes torres, el camino que lleva al magnífico palacio de la ciudad. Caminar por el barrio gótico de día, a su vez, también tiene su atractivo. Puede apreciarse la perfección de la vieja arquitectura, de la catedral y sus cuadras cercanas, donde abundan los claustros y jardines internos, y donde cada rincón te transporta directamente a la época medieval. Los mercados (La Boquería, el más famoso) ofrecen una de las artes de la ciudad: la culinaria. Manjares simples y complejos, comida infinita de la mejor calidad y un lugar que ya, de por sí, es artístico, y que adornado con la variedad de alimentos tiene un toque especial. Es muy recomendable recorrer la ciudad caminando, pero las bicicletas son una gran opción si se quiere llegar más lejos sin ir por debajo de la tierra. Así, se puede llegar con más facilidad al Parc Guell, tan enigmático como moderno, ideado por el gran Gaudí. Al nombrarlo al artista, no podemos dejar pasar la Casa Batlló, y mucho menos y jamás, podemos olvidar la Sagrada Familia. Por dentro parece un bosque, por fuera rompe con la estética de la ciudad de una forma chocante pero increíble, y es imposible no maravillarse ante su tamaño. Cada detalle está pensado. Las plazas abiertas, las avenidas y algunas calles amplias y otras muy angostas, y sobre todo la playa me hicieron acordar por momentos a Mar del Plata, comparándolo quizás con el parecido de Madrid con Buenos Aires. De repente, nos encontramos con un Arco del Triunfo no tan grande, pero que coronaba una avenida de la forma más artística, y que calle abajo llegaba a una fuente inmensa y al zoológico de la ciudad. La Barceloneta, bordeando la playa, es un barrio muy particular. Al caminar por él, hay un sentimiento de que los edificios están hechos casi sobre la arena, y de que en cualquier momento va a aparecer el mar delante, todo adornado con banderas de todo tipo, entre las que prevalecen la de Catalunya y la de Barcelona, obviamente. Un puerto moderno, con un hotel más moderno aún y una rambla que se asoma como escollera entre la arena y los barcos ofrecen una perspectiva diferente de lo que se puede ver en otros lugares de la ciudad. Porque es una ciudad en la que hay mil perspectivas distintas, sino, súbanse al teleférico para comprobarlo. Cómo olvidar también, el Camp Nou, y más de noche. Gigantesco, distinto en esencia y gente a lo que son los escenarios futbolísticos en Argentina, pero con el mismo fin y con los mejores del mundo en cancha. Sea el partido que sea, hay que visitarlo obligatóriamente. Siguiendo con la actividad nocturna, nos encontramos con gente y situaciones de todo tipo, porque así es Barcelona: un rejunte único entre lo viejo y lo nuevo, lo particular y lo normal, lo extraño y lo simple, lo extranjero y lo local. Hay arte en cada rincón, mucha pintura y escultura, mucha música callejera y también profesional. Y mucho para descubrir, porque seguramente me han faltado muchas cosas por nombrar. Estuve solo tres días, pero me sentí como en casa, y tengo ganas de volver para descubrir los tantos rincones que aún no conocí.   Por @nicopees  

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Hallstatt, al menos una vez en la vida

Desde que descubrí Hallstatt por una foto de instagram, sentí que era un lugar que debía visitar, al menos una vez en la vida. No dormía pensando cómo incorporarlo en el viaje, me volví adicta a sus imágenes y planifiqué varios días en torno a la posibilidad -dificultosa- de llegar.  Desde cualquier sitio cercano eran necesarios al menos 3 medios de transporte, pero no me importaba si necesitaba un día completo de viaje para estar un rato: sentía que valdría la pena. Hallstatt es un pueblo en el distrito de Salzkammergut  a orillas del Hallstätter See (Lago) en Austria, que debe su fama y apogeo comercial a la Mina de Sal que se dice que es la más antigua del mundo, con 7000 años. En nuestro caso, partimos desde Innsbruck, en tren a Salzburg. Desde allí un bus de una hora y treinta nos dejaría en una ciudad cercana: Bad Ischl, que lleva su nombre por el río que la recorre. A decir verdad, deberíamos haber paseado por esa ciudad porque se veía hermosa, pero… el tiempo nunca alcanza! Desde Bad Ischl, otro tren nos dejaría en la estación Hallstatt. Cuidado, la estación se encuentra al otro lado del lago! Cuando llega el tren, un bote recoge a los pasajeros para alcanzarlos al destino soñado. Fueron casi 5 horas de viaje desde Innsbruck pero vale la pena cada minuto!! Llegar a Hallstatt en bote, acercarse a la ciudad desde el lago de a poco.. Es mágico! Una aldea alpina entre la montaña y el lago, es uno de los lugares más bonitos que haya visitado jamás en Europa. [divider height=»30″ style=»default» line=»default» themecolor=»1″] Bueno, a los chinos les pasa lo mismo… Cantidades de ellos llegan a la ciudad todos los días. A la ciudad «real» ya que su amor por Hallstatt los llevó a construir una réplica en su propio país. En 2011 comenzó la construcción de la réplica, en tamaño real, y se gastaron al menos 900 millones de euros. Miren: http://blogs.antena3.com/esto-no-es-noticia/china-copia-pueblo-entero-austria-tamano-real_2012060700072.html [divider height=»30″ style=»default» line=»default» themecolor=»1″] Pero volvamos a la maravilla real. Patrimonio de la Humanidad declarado por la UNESCO, la realidad supera la imaginación. Fuimos con la idea de dormir allí. Es fundamental para poder ver el anochecer y amanecer. Con una noche está bien, dos noches sería lo ideal para poder disfrutar de este regalo de la naturaleza y la historia. Caminar sus diminutas callejuelas, recorrer los negocios típicos -relacionados a la sal, pues las Minas de Sal de Hallstatt son su principal origen, y aún hoy continúan en actividad. O comer en un restaurant a la orilla del lago, hacen de la estadía una sensación de ensueño. La ciudad no permite el tránsito interior de vehículos, por lo que se hace todo caminando. Hallstatt tiene dos Iglesias: la que construye su imagen, con la torre de aguja, es evangélica, y allí mismo se encuentra la plaza principal Marktplatz, con sus hermosas fachadas típicas, casas preciosas, balcones con flores y su fuente.[divider height=»30″ style=»default» line=»narrow» themecolor=»1″] Hacia la derecha, en camino en subida por escalones, se encuentra la Iglesia Católica Pfarrkirche y el cementerio. La Iglesia es de estilo románico gótico y cuenta con uno de los trípticos más hermosos que haya visto. En ese mismo sitio, podrán ver uno de los puntos más famosos de Hallstatt: la habitación de las calaveras, el famoso Osario Hallstätter Beinhaus: 1200 difuntos se encuentran en ese lugar, que lo convierten en uno de los más curiosos del mundo: 1200 calaveras y mayor cantidad de huesos grandes se exhiben en una pequeña sala. Cada una lleva grabado el nombre del difunto, fecha y algunas dibujos como flores y cruces. La última moradora llegó en 1995, pero se conservan restos desde el 1800. Vale la pena verlo. Saltzwelten es la mina de sal -dicen- más antigua de Europa. La llegada no es menos impresionante, a través de un funicular, que regala las mejores vistas del pueblo y el lago. En el interior existe un Museo que cuenta la historia y tiene la réplica del «Hombre de Sal» (un cadáver encontrado alrededor del 1700 en perfectas condiciones de conservación gracias a la sal).   La tradicional foto de Hallstatt se puede hacer continuando por la derecha en el mismo sentido de la Iglesia: es sencillo de encontrar, a toda hora fotógrafos y aficionados se encuentran para conseguir la mejor foto de la ciudad. Algunos tips: Quizás sea mejor ir desde Salzburgo, son dos horas nada más. ¿Dónde dormir? Dormir en Hallstatt puede resultar caro e incómodo si vas con valijas, porque desde que te deja el barco no hay mucho más que acarrearlas por el pueblo. Nosotros dejamos las valijas en Innsbruck y viajamos sólo con mochilas. Dormir en Obertraun puede resultar más económico, pero si es por una noche o dos, no lo recomiendo, ya que los barcos tienen un horario diurno (y reducido fuera de temporada) y te perdés la oportunidad de ver el amanecer y noche. ¿En qué época ir? Bueno, yo diría en cualquiera. Pero claramente el final del verano ha de ser la mejor, para ver todo florecido. En primavera, el clima tan cambiante puede mostrarte sólo lluvias. El invierno nevado debe ser mágico, y tengo el sueño de volver en esa época! TODO cierra tempranísimo, para cenar a las 9 lo único abierto fue un kebab que está junto a donde llegan y parten los botes. No dejes de visitarlo una vez en la vida, es de esos lugares que quedarán grabados por siempre! En nuestro caso no tomamos el funicular, ya que la vista estaba tapada por las nubes, pero si el día y el tiempo acompañan, deberías evaluarlo. No dejes de visitar Obertraun, apenas a 5 minutos en tren (la estación siguiente a Hallstatt) podrás encontrarte con la vida real, sin turistas! por @ladipalma

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